EL CINICO QUE QUITA TODO A
LA PATRIA Y A LOS PUEBLOS, DEMANDA: “QUE NOS QUITEN TODO MENOS LA ESPERANZA”:
La cadena
televisiva y radial del 21 de marzo fue, sustancialmente, una confrontación
entre la cultura de los trabajadores y pueblos patriotas, rebeldes, denostados
al estilo estético y ético que Humberto Eco resalta tienen los dictadores que
“afean” a los que alzan “sus puños al cielo”, desde abajo, que es lo que hace
Correa: La confrontaciòn entre la cultura de los “Tira Piedras” y la cultura
vende patria reformista de Correa.
Fue
recurrente el continuo bregar de “La Lengua” mercantilista, entreguista del
subsuelo de la Patria, en el uso de giros verbales, ora autoritarios, ora
demagógicos, ora deprecativos, ora exhortativos. El heredero de las lenguas
opresoras coloniales y republicanas, esclavistas, feudales y burguesas, se
lanzó contra “los violentos”, “los malos”, invocando a “los jóvenes” y al
público directo y virtual a no conciliar con la cultura que movilizó en Quito a
más de 70 mil gentes bravas, indignadas pese a la lluvia pertinaz, y más de 200
mil trabajadores, campesinos, maestros, jóvenes, mujeres, cargados de carteles
denostando contra el gobierno autoritario, entreguista de la Patria, represor
de la lucha de los de abajo alzados, responsable de medidas antipopulares como
la Ley de Tierras y de Aguas que mantiene la propiedad en manos de los
latifundistas y de los capitalistas agrarios exportadores de flores, de banano;
la eliminación de los contratos colectivos, de los derechos de organización y
huelga y hasta la Ley de la Familia que parece restablecer el hipócrita celibato.
Correa parecía
repetir el sonsonete de dictadores como Batista, Trujillo, Balaguer, Somoza u
otro de los tantos dictadorzuelos latinoamericanos: Ante el alzamiento, cada
vez más pertinaz que las lluvias de marzo, ensayaba a través del micrófono
instalado en su mesa, una intervención desatinada, en apariencia equilibrada, que
invocaba a creer en Él, mientras los trabajadores y los pueblos se levantan
iracundos contra sus políticas antipatrióticas y antipopulares.
“Que nos quiten todo menos la esperanza”,
peroró repetitivo, mientras el arroz sube de 35 a 42 dólares y sube la carne,
los productos de la canasta familiar que ahora vuelan sobre los 650 dólares y
los salarios de los trabajadores y empleados de la empresa privada apenas subió
en 13 dólares, en tanto son congelados para los empleados públicos; mientras el
tiranuelo de lengua verde, larga y abrasiva anuncia “medidas de austeridad”
similares a las practicadas por la Banca en Grecia y los bancos y banqueros del
Ecuador alcanzan ganancias de cientos de millones de dólares, cada año, durante
su gobierno de 8 años.
¡¿Cuál
esperanza hijo de p?! Gritó uno de los manifestantes que exhibía un cartel con
la imagen de prepotencia del “Hulk”* criollo y su cara apretada y autoritaria.
“Mi cuerpo es mío” exhibían las mujeres. “Basta de convertir a las escuelas y
colegios en cárceles” rezaba un cartel de la Unión Nacional de Educadores, UNE,
y así. El grito de ¡Fuera Correa, Fuera! unificaba a todos los manifestantes
desafiantes arropados por las lluvias de marzo en Quito.
“Que nos quiten todo menos la esperanza”,
cacarea el idealista pequeño burgués que quiere perennizarse con el aval de su
mayoría parlamentaria acaudillada por las Belfas que repiten como cacatúas el
discurso reformista de Correa.
“Que nos
quiten todo menos la esperanza” y nos ha quitado uno de los lugares más
biodiversos del planeta atentando contra la arborización, las aguas puras y
cristalinas de nuestros ríos, los quindes, las hormigas y mariposas, las
orquídeas y las culturas de las tribus en aislamiento voluntario para saciar la
voracidad de las transnacionales petroleras chinas y yanquis; y nos ha quitado
la educación emancipadora multilingüe y pluricultural reemplazándola por una
“educación” tecnocrática, de élite, para una minoría de jóvenes, que, si bien
talentosos, serán descerebrados para servir a las multinacionales mineras y
petroleras, mientras ha quitado el derecho a acceder a la educación superior a
centenas de miles de jóvenes bachilleres que conquistaron con su sangre el
derecho el libre ingreso a las Universidades; si nos ha quitado el derecho a la
libre expresión, hasta por la WEB, mientras su equipo de inteligencia le envía
flores para el cadalso al creativo joven de “Crudo Ecuador” que se atrevió a
hacer uso del derecho a la ironía punzante; mientras amenazan al caricaturista
más connotado de América Latina*, Bonil, cuando al referirse a la marcha del
19M y a sus palabrejas menospreciativas: “Eran cuatro pelagatos” coloca un dedo
sobre el sol; si nos ha quitado la producción petrolera que le paga con anticipación
a la Moderna Dinastía Imperialista China; si nos ha quitado la mitad de la
reserva en oro fìsico que le entregó por pilches 400 millones de dólares al
banco chulquero que dejó en calzoncillos la economía griega; si está a punto de
hacer quebrar al IESS por la deuda de más de 1500 millones de dólares y por la
corrupción; si ahora nos quiere quitar el derecho a asegurar el pago de las
pensiones jubilares a quienes entregaron su vida trabajando al intentar dejar
de pagar el 40% que el Estado debe de cumplir constitucionalmente para mantener
las pensiones de los ancianos, con lo cual le da el aval a los empresarios para
que no paguen sus obligaciones con los trabajadores jubilados de sus empresas;
si hasta quiere quitarnos el derecho a defender la soberanía haciendo uso de la
canción “Patria Tierra Sagrada” mientras está entregando la patria al chulco
internacional tradicional del FMI y del BM y ahora al capital financiero de
China; si nos está quitando el derecho a los contratos colectivos, el derecho a
la organización y la huelga; si hasta quiere quitarle el derecho a la juventud
a copular por amor haciendo sano uso del derecho a los preservativos retornando
a la hipocresía del celibato jesuítico de La Colonia y del gobierno
latifundista conservador del Santo del Patíbulo! ¡Si quiere quitarnos el
derecho a la resistencia, a la protesta, enviando a la cárcel a quienes le
alzan el dedo medio, le dan yuca y le dicen, con todo lo castizo y popularmente
bien hablado! ¡Con iras justas y botando el derecho a mandar al carajo a
gobernantes como éste! ¡Longo hijo de p...!
¿De dónde
sale aquel bota fuego, torpe, mentiroso: “Que
nos quiten todo menos la esperanza”? De la estupidez idealista del
dictadorzuelo charlatán, engreído y come clavos, quien, mientras le quita todo
a los trabajadores, a los pueblos, a la Patria, no quiere que se le quite la
angurria de seguir gobernando para los banqueros, los latifundistas y
capitalistas agrarios y las multinacionales gringas y chinas y en contra de los
trabajadores, los campesinos, la juventud, la mujer trabajadora, los de abajo rebeldes
y corajudos del 19 de marzo que se alzaron juntando lluvia, paraguas y ponchos
populares contra el gobernante mentiroso y usurpador de los derechos populares,
que, mientras nos quita todo, quiere seguir montado en el Palacio de la Plaza
Grande ordenando a su mayoría alza manos de la Asamblea manipulada por las
eróticas Belfas del parlamentarismo antipopular burgués, su reelección
indefinida como dictador de turno de las oligarquías criollas y del
imperialismo convirtiendo a estas
Tierras de la Mitad del Orbe en su ínsula a la cual El Quijote caería a
palos como a molinos de viento.
Marzo 2015
ODISEO RUNA
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