Bertold Brecht

14 DE AGOSTO 1956: AL CUMPLIRSE 50 AÑOS DE LA MUERTE DEL ARTISTA Y PENSADOR DEL PROLETARIADO

BERTOLD BRECHT: CREADOR QUE ENRIQUECIO

LA POLITICA DEL PROLETARIADO

El nombre de Bertold Brecht está asociado a un arte distinto del que pregona la burguesía: un arte de clase que, en su tiempo, confrontó abiertamente a la más execrable política con que el imperialismo buscó resolver su crisis mundial: el fascismo, asociado al más abominable de sus protagonistas: el psicópata y criminal Hitler.

Brecht, un joven intelectual alemán irreverente, realizó desde muy joven sus anhelos creativos en poesía, música y teatro, como en la obra de teatro: “La ópera de los tres peniques” que saca a flote a los personajes afectados por la crisis del capitalismo, sin imprimirle, aún, la visión más profunda del arte: la del proletariado, pero colocándose en la orilla de la libertad, como en su obra “Espartaco”.

Conforme se acentúan las circunstancias que ahondan la crisis del capitalismo mundial que precipitan al mundo a la Segunda Guerra y al surgimiento del “nacional socialismo” de Hitler, en la patria de Brecht, éste fue adentrándose a través del estudio del marxismo en el conocimiento de la realidad del mundo capitalista.

Alimentado por la fuerza y profundidad de  la ciencia marxista, sus trabajos artísticos se adentraron en mostrarle a la clase obrera, a la intelectualidad democrática, a través del arte -donde descuellan sus obras de teatro-, las raíces políticas y económicas de la crisis del capitalismo, desmitificando a Hitler a quien ridiculiza llamándolo: “El pintor de brocha gorda”.

Sus creaciones alcanzan un nivel político y artístico descollante, sobre todo durante su forzado exilio de Alemania debido a la persecución que el fascismo alemán hace de su obra: “Madre Coraje y sus hijos”, que muestra la abnegación y firmeza de la clase obrera: “Galileo Galilei”, “La Excepción y la Regla”, “El círculo caucasiano de Tiza”, son algunas de las más destacadas.

Brecht es el artista del proletariado que se inserta a través del arte en la política del proletariado zanjando la disputa con su más despótico representante: el fascismo y Hitler, poniendo acento en la creación artística. A fin de que el público -las masas-, ubiquen claramente el peligro que representa el imperialismo crea una forma de hacer teatro que privilegia la reflexión, la conciencia: así surge en su obra poética aplicada al teatro: El distanciamiento.

Su obra permanece vital a través de décadas. Su método, su pensamiento tiene hoy más vigencia que nunca y cabe recerearlo: “El arte popular y proletario debe, tiene que tomar partido por quienes, en política, lo representan, combatiendo a nuestros comunes enemigos y trazando la senda de la emancipación para la clase obrera y los pueblos”.

Crear y cada vez con mayor calidad, sencillez y profundidad, para que la política del proletariado confronte, ponga al descubierto a los representantes de los intereses de las oligarquías y el imperialismo en el Ecuador, significa asumir la actitud de este gran artista al servicio de la política revolucionaria del proletariado. Reproducimos uno de sus poemas más conocidos y profundos.

ELOGIO AL APRENDIZAJE

¡Aprende las cosas elementales!

¡Para aquellos a quienes les ha llegado la hora, nunca es demasiado tarde!

Aprende el abecedario. No bastará,

¡Pero apréndelo! ¡No dejes que te desanimen!

¡Comienza! Debes saber todo.

Tienes que ser un dirigente.

¡Aprende, hombre en el asilo!

¡Aprende, hombre en la prisión!

¡Aprende, mujer en la cocina!

¡Aprende, tú que tienes 60 años!

Tienes que ser un dirigente.

¡Busca la escuela, tú que no tienes casa!

¡No tengas miedo de preguntar, camarada!

No dejes que te induzcan a nada.

¡Investiga por ti mismo!

Lo que no sepas tú mismo no lo conoces.

Examina los detalles a fondo:

Eres tú él que paga las consecuencias.

Pon tu dedo en cada detalle, pregunta:

¿Cómo llegó esto aquí?

Tienes que ser un dirigente.

       

Agosto 2006

Odiseo Runa