martes, 14 de julio de 2015

¿Barroco o Renacimiento en las colonias americanas?



       ¿RENACENTISMO O BARROCO EN LAS COLONIAS AMERICANAS?
 

¿Qué papel jugó el Arte durante la Conquista y la Colonia cuando en la vida económica, social y política se establece el esclavismo y el feudalismo con las mitas, obrajes, batanes, a que fueron sometidos los pueblos indígenas en América y en lo que es hoy el Ecuador?
¿Se incorpora el Arte del Renacimiento que respondía a los batintines de la revolución burguesa que estaba en auge en Europa y estalla en Francia a fines del siglo XVIII o el Arte Barroco aún imperante en la España feudal?

RELACION ENTRE EL ARTE Y LAS IGLESIAS CATOLICA Y PROTESTANTE

En contradicción con la Iglesia Católica durante la revolución burguesa surge la Religión Protestante que echa abajo las imágenes de los “santos” y “santas” y de Cristo, los amuletos y efigies: Toda la simbología de la Liturgia de la Iglesia Católica.
Lutero edifica la Iglesia Protestante sin imágenes de santos, ni de Jesucristo en el Calvario, sin escapularios ni rosarios, sin la magnificencia exterior, ni la ornamentación simbólica del Barroco al interior de sus Iglesias y Catedrales para el culto. El protestantismo plantea la “comunicación directa de sus fieles con dios” a través de “La Sagrado Biblia”.
La Iglesia Católica según su doctrina moral impone el celibato o sea el impedimento antinatural de que los curas y monjas católicas puedan contraer matrimonio. La Iglesia Protestante permite el matrimonio entre sus clérigos y monjas, entre los predicadores (as) de su Iglesia y la procreación.
Federico Engels en su obra: “Las Guerras Campesinas en Alemania” describe así este fenómeno: “La Iglesia Católica era la Iglesia de la usura de la tierra” es decir de la nobleza latifundista. “La Iglesia Protestante fue la Iglesia de la usura del dinero” o sea de los capitalistas, de la burguesía.

EL ARTE RENACENTISTA FUNDAMENTADO EN LA ESTETICA MATERIALISTA ROMPE CON  LA ESTETICA IDEALISTA Y CON EL ARTE ASCETICO CATOLICO

El fenómeno artístico del Renacimiento en Europa expresado en la arquitectura, escultura, pintura, literatura, establece la ruptura con el pensamiento dogmático eclesiástico representado por los llamados “Santos”: Agustín y Tomás de Aquino cuya sustancia es la Estética Idealista según la cual la belleza debe ser, entenderse y construirse, entronizarse en base del ideal estético feudal representado por la Liturgia de la Iglesia Católica que recoge toda esa mitología acumulada por siglos, la difunde a través de ritos que son elevados a la categoría de arte, cuya esencia filosófica afirma que la realidad es copia defectuosa del mundo celestial. 
Para afirmar dichas creencias en la mente de los pueblos el feudalismo a través de la Iglesia Católica hace uso del Arte Barroco cuya expresión arquitectónica artística se encumbra en la Catedral y en otros géneros del arte: la pintura, escultura y literatura las cuales se imbuyen de los pasajes religiosos y difunden la concepción filosófica idealista de la “creación” y demás pasajes bíblicos cuyos aspectos centrales se encuentran en la Liturgia contenida en los “Santísimos Sacramentos” de la Iglesia Católica.
Doctrina Católica cuya esencia es la “Vida, Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús, el Cristo”, la cual de paso se encuentra en todas las religiones y en el llamado “paganismo”. Doctrina cristiana que como es conocido fue incorporada por Roma -dejando en el pasado histórico sus dioses “paganos”- a la categoría de Religión Oficial tras haberla perseguido durante siglos.
En Italia, en la Florencia de los Médicis, el Renacimiento abrirá paso a una revolución en las artes y las ciencias sin precedentes que será el batintín de la revolución burguesa francesa que rompe con las ataduras artísticas feudales de la Iglesia Católica.
Miguel Ángel, el gran pintor y escultor, aunque incidida su mente y creatividad por la concepción idealista sostenida por los preceptos religiosos imperantes de la época crea el fresco de la Capilla Sixtina mostrando los cuerpos tanto del “dios creador” como de los seres humanos “creados por su toque divino” al desnudo.  “Tal como dios creo al mundo” fue el argumento con el cual Miguel Ángel justificó su ruptura con esa cultura austera y conventual cuya concepción estética en aras de la genialidad y fuerza del arte renacentista de Miguel Ángel hubo de aceptar el Papa contribuyendo a romper con los rígidos cánones estéticos del Arte Barroco.
Tiziano recupera la figura de la mujer en el desnudo artístico rompiendo los cánones feudales conventuales y ascéticos. Así, los pintores, escultores y arquitectos del Renacimiento vuelven los ojos a Grecia y revolucionan las artes restableciendo el realismo, la Estética materialista de Aristóteles que recupera la belleza sin ropajes del cuerpo humano y la naturaleza.
El Arte del Renacimiento es la gran ruptura histórico - cultural con el pensamiento estético idealista religioso expresado en el Arte Barroco que se imbrica con el desarrollo de las Ciencias y de la Filosofía materialista que eleva a un sitial avanzado al pensamiento estético materialista que eclosiona con la Revolución Francesa capitalista de 1789.

EL ARTE BARROCO: AL SERVICIO DE LA NOBLEZA LATIFUNDISTA PARA SOMETER ESPIRITUALMENTE A LOS PUEBLOS

El Barroco era y es un fenómeno artístico que se expresa en los diversos géneros del arte y de manera monumental en la Arquitectura.
La Estética del período artístico-cultural Barroco adquiere notoriedad durante el siglo XVII se afirma y desarrolla durante la Contrarreforma que fue la respuesta de la Iglesia Católica a la Religión Protestante, que en lo Estético colocó al Arte Barroco al servicio de las concepciones idealistas filosóficas de la Iglesia Católica en contraposición al Arte del Renacimiento.

CARACTERISTICAS ESTETICAS DEL ARTE BARROCO EN EUROPA

El Barroco va unido al “urbanismo”: “El Palacio” fue el típico edificio de vivienda urbana ligado a las familias poderosas en cuanto a sus riquezas derivadas de la explotación sobre sus tierras, sobre sus campesinos siervos, que iba de conformidad con su “alcurnia”, con su “linaje”.
Pero fundamentalmente el Arte Barroco de la Contrarreforma se caracteriza por la predominancia de las Catedrales. Con esta visión barroca en Italia se construyen monumentales obras de arte:
En Roma:
*La Catedral de Santa María de la Victoria,
* La Fachada del Gesú,
* La columnata de San Pedro del Vaticano.
En Turín:
* La Catedral de San Lorenzo y
* La Capilla del Santo Sudario
En Francia el Barroco “surge como un arte majestuoso al servicio del Estado. Los grandes palacios suelen tener un gran cuerpo alargado y dos alas hacia el jardín. Las cubiertas forman grandes cuerpos prismáticos, muy altos, en los que se abren buhardillas”:
Con esta visión estética se construyen:
* El Palacio de Richelieu,
* La Mansión Lafitte,

Y los proyectos reales de
* El Louvre y Versalles
En España destacan las Catedrales de:
Fachada de la Catedral de Granada,
La Catedral de Toledo,
la Plaza Mayor de Salamanca
Aranjuez.
Catedrales e Iglesias caracterizadas por la “exuberancia decorativa”, por el despliegue de las formas en relieve a través de las cuales se trasluce el poder de la Iglesia como representante del “dios único” en la tierra.

EL BARROCO EN AMERICA

A América se traslada el Arte Barroco para consolidar la dominación esclavista y feudal de la España monárquica.
Dice bien Juan Valdano al ubicar a España durante el fenómeno histórico-cultural de la Conquista y la Colonia en América que “en pleno albor del Renacimiento cuando buena parte de Europa emergía de la noche medieval, la España unificada de Fernando e Isabel se aferraba aún al feudalismo, a la intolerancia religiosa y racial, al pensamiento del medioevo”.
Uno de esos aspectos es la reproducción de la Arquitectura Barroca monumental a las tierras “descubiertas” por Colón: en México se levantan, en el contexto histórico de la construcción y reconstrucción urbanísticas de las ciudades coloniales:
  • La Catedral de Puebla y
  • La Catedral de México,
  • Los Santuarios de Ocotlan en Tlaxcala y de
  • San Francisco de Acatepec
En el Virreinato del Perú se construyen a mediados del siglo XVII:
Las Catedrales de:
  • Lima,
  • Cuzco y
  • Quito
Entre 1564 y 1575 fue construida:
  • La Catedral de San Francisco
Que había sido fundada en 1535 en Quito “en el emplazamiento del Palacio de Huayna Capac” como una de las construcciones arquitectónicas Barrocas de la América Colonial para la Orden de los Franciscanos a través de las cuales se demolía material y espiritualmente la cultura y el arte del Incario.
Bajo los conceptos arquitectónicos del Arte Barroco fue iniciada la construcción de:
  • La Catedral de La Compañía, en Quito:
Para la Orden de los Jesuitas en 1605 y concluida en 1616.
“Se hizo en forma de basílica con cúpulas encima de las naves, una cúpula más grande encima de la cruceta y un ábside rectangular”. “Los domos tienen su origen en los de la célebre Iglesia Gesú de Roma”.
“La fachada de La Compañía, dinámica, angular y receptiva, se destaca como una de las expresiones más exquisitas de la decoración barroca” de América.
En el siglo XVII Quito adquirió la fama de “Claustro de América” y de “Santuario del Arte Colonial”.    
En América se instaura el Barroco acompañado de la presencia de la concepción religiosa Católica y toda su liturgia de santos, efigies, escapularios, diezmos, contrapuesta al Protestantismo en lo religioso y al Renacentismo de Italia en el arte: a su luminosidad artística y resplandor científico.
El Arte del Barroco Quiteño y sus Catedrales sera levantado con la fuerza y la vida de los pueblos indígenas, quienes, bajo la dirección de los arquitectos Francisco Guerrero y Constantino de Vasconcellos, entregan su sudor y sangre en el acarreo y colocación de los materiales pétreos.

EL BARROCO: EJE ARTISTICO EN QUE SE ASIENTA LA CULTURA DOMINANTE EN AMERICA DURANTE LA COLONIA

El Barroco es la expresión de lo ornamental, de la ostentación artística, de lo sinuoso y torneado incrustado en la piedra, en los altares, en los atrios. Rompe con todo lo lineal y aerodinámico. Es la expresión del recogimiento espiritual del ser humano que “se conecta con dios” a través de los grandes ventanales que dejan penetrar la luz a las grandes naves interiores de las refulgentes catedrales.
El Barroco fue y es la expresión de la cultura y el arte espiritual de la España feudal, cuyos arabescos y adornos, propios de ese arte que resiste los siglos, tenía -y tiene- como objetivo crear el suntuoso, emblemático, alegórico y artificioso albergue material para reproducir cotidianamente, durante la Semana Santa y en otros ceremoniales religiosos, el culto a esas deidades traídas de ultramar durante la Colonia que son recreadas en los ceremoniales que recoge la Liturgia de la Iglesia Católica.
En las monumentales Catedrales levantadas en piedra que recorren Quito y toda la Serranía y que se extienden en la Costa y la Amazonía, no con la misma potencialidad artística del Barroco pero con la misma simbología, a través de las imágenes de los santos y santas, de las efigies de los prototipos de la Pasión, Crucifixión y Resurrección se recrea el dogma contenido en aquella cultura religiosa traída de España a América por diversas Órdenes Religiosas como los Jesuitas, Franciscanos, Dominicos, Salesianos, Josefinos. 
La fastuosidad, los arabescos y esculturas de ángeles, imágenes, adornos pulidos sobre las piedras propias del Arte Barroco dejan atónito el ojo del veedor.
Ello se complementa con el embellecimiento interior de los altares, de los púlpitos, de las imágenes con todos los arabescos cubiertos por el rico pan de oro que adornan las iridiscentes y esplendorosas naves interiores que provocan el encantamiento, la admiración de turistas, de beatas, de consuetudinarios visitantes de las monumentales Catedrales de San Francisco, La Compañía, San Agustín, del conjunto de las Iglesias y Catedrales del Centro Histórico de Quito cuyo estilo se extiende a Guápulo y a otros Cantones, se levanta hacia el norte en Ibarra y Carchi y hacia el centro en Latacunga –se debilita en Ambato debido a la reconstrucción de las Iglesias, tras el terremoto, que carecen de la opulencia del Barroco-, continúa en Riobamba, en Cuenca, en Azogues y en el Cantón Cañar con la misma fastuosidad, sinuosidad y pedrería que deslumbran a los fieles católicos y a los turistas. El fenómeno del Barroco es suntuoso en toda la serranía. 
El poderío espiritual de las Catedrales verdaderos palacios para el culto religioso de la Iglesia Católica constituyen a través del tiempo un patrimonio cultural, una expresión de la belleza del arte colonial, aunque su trasfondo sea la imposición de la cultura espiritual que la España feudal-esclavista impuso en América sobre los pueblos basada en sus concepciones estéticas idealistas religiosas.
El Barroco traído de ultramar se complementó con la escultura, la pintura y la literatura, con las artes que elevaron a la estatura de lo sublime el ideal estético feudal y esclavista de la Corona Española en tanto los pueblos indígenas, negro y el pueblo mestizo, resultado de la fusión de la cultura indígena y de la cultura española donde esta última fue dominante, soportó la dominación política y espiritual que fue el instrumento para el saqueo de nuestras riquezas utilizando las espaldas, la sangre, el sudor de los pueblos americanos por parte de los colonizadores.
Para los criollos el trabajo manual era signo de inferioridad cultural. La escultura y la pintura se depositaron en las manos, en la mente de los pueblos indígenas y mestizo: Pampite, Caspicara, Miguel de Santiago, Goríbar, fueron entre otros los artistas de origen popular del Arte Barroco enseñado por la curia. Fueron reproductores de la cultura religiosa católica en sus lienzos y esculturas. Allí también se expresó un sincretismo que con el paso del tiempo ha dado lugar a que todas aquellas obras de arte colonial incluidas las Catedrales sean conocidas como “Arte Quiteño” y declaradas por la UNESCO “Patrimonio Cultural de la Humanidad” tal su magnificencia artística.
Y ciertamente lo son: corresponden a la reproducción y sincretismo artístico-religioso europeo del Barroco como señala Juan Valdano: al “Barroco Americano”, al “Barroco Quiteño” que se extiende como polvareda a lo largo del callejón interandino del Ecuador centrándose en cada capital de provincia y en cantones, rascando el cielo con sus catedrales simbólicas del poder dentro de las cuales respiran las pinturas y esculturas del catolicismo cuyo simbolismo religioso fue traído de la España feudal a las cuales se han sumado otras imágenes creadas por el imaginario de los pueblos y elevadas a la connotación de “milagros” por la curia católica que se expresan en la innumerable cantidad de “Vírgenes” que pueblan el territorio del Ecuador las cuales son acompañadas por procesiones simbólicas masivas que acrecientan el culto religioso católico de los pueblos de diversas provincias, cantones y parroquias.
En su contenido tales obras de arte incluida la literatura gongorista del Barroco literario Español que se trasmite y es recogida en la poesía, en la literatura de los más destacados escritores coloniales: Xacinto de Evia, Juan Bautista Aguirre, Antonio Bastidas, Juan de Velasco, son alienantes de la realidad de la vida social, política y económica de la sociedad colonial. Los trabajos de Juan Valdano permiten captar el fenómeno del Barroco en el arte y la literatura durante la Colonia:
“La poesía religiosa de carácter culto que se escribió en la Audiencia si bien brotó de un sentimiento auténticamente devoto, se la escribió..para contribuir al brillo de determinadas fiestas y celebraciones con que las iglesias y conventos honraban a dios y a los santos en ciertas fechas del año. Aquí como en otros aspectos de la vida colonial, lo convencional y lo retórico domina y envuelve lo religioso. ( Debería expresarse al revés: lo barroco religioso incide en lo poético que se ve envuelto en lo retórico y lo convencional. N. A.) Así, por ejemplo, en “El Ramillete” se incluyen poemas como el titulado “Al Santísimo Sacramento en el Concurso de las Fiestas del Rosario” que corresponden a Antonio Bastidas”.

ARTE Y LITERATURA EMANCIPADORES Y REALISTAS

En contraposición y como reflejo de esa realidad, estrechamente imbricadas a la vida de los pueblos y a los combates por la libertad se va trasuntando un pensamiento emancipador expresado en la literatura política que se irá configurando progresivamente en nuestra lengua literaria ecuatoriana y en otras expresiones del arte realista particularmente de la pintura. 
Los escritos y obra literaria política de Espejo alcanzan una dimensión americana. En las Cortes de Indias la oratoria emancipadora de Mejía Lequerica. Durante las batallas de la Independencia la poética de Olmedo adquiere alta connotación.
Más adelante durante la Revolución Liberal las obras de Peralta y Montalvo van tejiendo un pensamiento nuevo, emancipador. Este proceso se expresa en la pintura con la obra irreverente de Agustín Guerrero y adquiere una connotación artística en el paisajismo y en los desnudos artísticos, en la pintura social indigenista de Joaquín Pinto, que continuará con la pictórica de Camilo Egas, Kingman y Guayasamín y con la recuperación paisajista y humanista de Quito, de Enrique Guerrero; todo este arte pictórico va construyendo artísticamente elementos culturales emancipadores que se complementan y expresan en la pintura de los “Cuatro Mosqueteros” para mencionar a algunos, no a todos, destacados artistas del realismo, sedimento de la estética materialista.
La pictórica de estos grandes cultores del arte recoge las vivencias del campesinado indígena, de los cargadores, del bellísimo y colorido paisaje ecuatoriano. Las imágenes, la inusitada fuerza expresiva: los indígenas, ora agachados sobre la tierra, ora levantados en actitud libérrima, son recuperados en su lucha irredenta a través del manejo del color que hace descollar el “realismo social” en lo pictórico. Particularmente las obras de Guayasamín y Kingman adquieren expresiones desgarradoras que han estremecido al mundo.
Esta pictórica contrasta, en cuanto al contenido, y aún en cuanto a la forma, con el Barroco ecuatoriano: con las pinturas alegóricas de los “milagros” de “San Agustín”, de Miguel de Santiago: grises, faltas de la luminosidad y fuerza y contradictorias con la estética realista y popular de la potente pictórica antes expuesta.
Esa pictórica realista, irreverente, se engarza durante la década de los 80 y 90 con los pintores de “La Huella”, se renueva con “Los Carboneros” a fines del siglo y principios del siglo 21 que le imprimen luminosidad a la vida en la ciudad de los mendigos, de los campesinos, invisibles a los ojos de la clase media; de la campesina indígena en el campo bebiendo agua mientras corta el fruto de Vladimir Merino. De la vendedora callejera de  pescado frito, de la negra plena de luminosidad con los peces bailando en su pollera, una mariposa echa lazo de su pelo y una pareja de  color prieto, transmutadas en árbol, cruzadas ardientemente bajo la noche menguante, de Alberto Carcelén.  Pero sobre todo, que surge en la cartelística y la pictórica altiva que muestra a los molotovistas, a los tira- piedras, defendiendo su derecho a la emancipación social al acudir como forma elevada de rebeldía a la capucha y al combate insurreccional.
Cuadros que son recogidos por el ojo advertido de Carcelén, Merino y otros pintores y llevados al óleo a través de su mano sensible y vital. Pintura que rebasa la irreverencia y saca a flote el anhelo de la juventud alzada por la emancipación social en el Ecuador afirmando la tesis del arte realista, popular y emancipador postulado por la UNAPE.
Este fulgor realista y popular descuella con los escritores de la década de los 30 que recogen la idiosincrasia, la vida y el lenguaje de los de abajo, destacado por Benjamín Carrión ante los furibundos epítetos que en su contra se desataron al salir la  primera edición de los cuentos: “Los Que se Van” con los cuales se engrosa la lengua literaria al incorporarse a ésta la grosería, el carajo,  renovados en la Poesía: “Nuestra es la Vida” de Rafael Larrea: 

“¡Bienvenidas
¡Oh,
Ciudades!,
Plazas nacidas de nuestras uñas rotas,
Del bulto de nuestro cansancio
¡Oh,
Ciudades!
Cunas de desventuras
Y desventurados,
Pelados campanarios,
Portales helados,
Laberintos de ajo y cebollas,
De sudores,
De nieblas,
De párpados andinos,
De hambres desconocidas,
¡….Oh
Ciudades!
¡Hijas nuestras!
…nuestra sangre construyó
Muros,
…crujientes palos doblaron nuestro espinazo.
Y nuestros pies batieron barro
Entremezclado
Con inocente paja.
Se amplió la luz,
La luz rasgó
El anaco de la luna….

Es la voz del “Rafico que muestra el durísimo, “desventurado” éxodo del campo a la ciudad del campesinado indígena para encontrarse con las ciudades de vidrio y de cemento, con las desgarradoras visiones de espíritus de mármol y roca en que se torna la cultura dominante, que se desgarran en las procesiones barrocas con las fábricas que despellejan esas vidas:

¡No hemos de consentir!

Clama “El Rafico” en su rica obra literaria y estética que está allí, vigorosa, presente: “Nuestra es la Vida”, “Campanas de Bronce”, “Bajo el Sombrero del poeta”, “La casa de los Siete Patios y en escritos estéticos realistas y revolucionarios como: “Los cinco sentidos de la poesía”.
Nuestra literatura desbroza el terreno de lo popular con la prosa y la poética de Alfonso Murriagui, y esotro poeta nunca extinguido de la escuela del Centro de Arte Nacional: Alfonso Chávez.
Todo esto en un escenario donde la pictórica, la literatura y otros géneros como la danza pluricultural, el teatro, el cine, han descollado mostrando un panorama artístico y literario inusitado, riquísimo, democrático, progresista, que saca a flote nuestras identidades como país plurinacional y pluricultural donde la UNAPE tiene un panorama, un basamento y una sustancia desde donde desplegar sus alas hacia la nueva creación artístico- literaria que reclama nuevos retos en todos los géneros para remontar a otros nevados el arte emancipador.
Obras y espacios consultados:
  • “Las guerras campesinas en Alemania” de Federico Engels
  • “Ecuador: Nación, Pueblos, Emancipación” de Pablo Miranda
  • “Identidad y formas de lo ecuatoriano” de Juan Valdano
  • “Google”: datos extraídos de Internet respecto del Barroco arquitectónico en Europa y América.
  • “Nuestra es la Vida” – poesía de Rafael Larrea
  • “El Reino de Quito en el Siglo XVII” de John Leddy Phelan
  • “Acerca de la Estética Materialista e Idealista” de Editorial Iskusstvo de Moscú.
  • “Historia del Arte” – Enciclopedia del estudiante –
  • Recopilación Pictórica de Michelena: “200 años de pintura”  
Abril 2012
ODISEO RUNA


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