¿RENACENTISMO O BARROCO EN LAS COLONIAS AMERICANAS?
¿Qué papel jugó el Arte durante la Conquista y la Colonia cuando en la
vida económica, social y política se establece el esclavismo y el feudalismo
con las mitas, obrajes, batanes, a que fueron sometidos los pueblos indígenas
en América y en lo que es hoy el Ecuador?
¿Se incorpora el Arte del Renacimiento que respondía a los batintines de
la revolución burguesa que estaba en auge en Europa y estalla en Francia a
fines del siglo XVIII o el Arte Barroco aún imperante en la España feudal?
RELACION ENTRE EL ARTE Y LAS IGLESIAS CATOLICA Y
PROTESTANTE
En contradicción con la Iglesia Católica durante la revolución burguesa
surge la Religión Protestante que echa abajo las imágenes de los “santos” y
“santas” y de Cristo, los amuletos y efigies: Toda la simbología de la Liturgia
de la Iglesia Católica.
Lutero edifica la Iglesia Protestante sin imágenes de santos, ni de
Jesucristo en el Calvario, sin escapularios ni rosarios, sin la magnificencia
exterior, ni la ornamentación simbólica del Barroco al interior de sus Iglesias
y Catedrales para el culto. El protestantismo plantea la “comunicación directa
de sus fieles con dios” a través de “La Sagrado Biblia”.
La Iglesia Católica según su doctrina moral impone el celibato o sea el
impedimento antinatural de que los curas y monjas católicas puedan contraer
matrimonio. La Iglesia Protestante permite el matrimonio entre sus clérigos y
monjas, entre los predicadores (as) de su Iglesia y la procreación.
Federico Engels en su obra: “Las Guerras Campesinas en Alemania”
describe así este fenómeno: “La Iglesia Católica era la Iglesia de la usura de
la tierra” es decir de la nobleza latifundista. “La Iglesia Protestante fue la
Iglesia de la usura del dinero” o sea de los capitalistas, de la burguesía.
EL ARTE RENACENTISTA FUNDAMENTADO EN LA ESTETICA MATERIALISTA ROMPE CON LA ESTETICA IDEALISTA Y CON EL ARTE ASCETICO CATOLICO
El fenómeno artístico del Renacimiento en Europa expresado en la
arquitectura, escultura, pintura, literatura, establece la ruptura con el
pensamiento dogmático eclesiástico representado por los llamados “Santos”:
Agustín y Tomás de Aquino cuya sustancia es la Estética Idealista según la cual
la belleza debe ser, entenderse y construirse, entronizarse en base del ideal
estético feudal representado por la Liturgia de la Iglesia Católica que recoge
toda esa mitología acumulada por siglos, la difunde a través de ritos que son
elevados a la categoría de arte, cuya esencia filosófica afirma que la realidad
es copia defectuosa del mundo celestial.
Para afirmar dichas creencias en la mente de los pueblos el feudalismo a
través de la Iglesia Católica hace uso del Arte Barroco cuya expresión
arquitectónica artística se encumbra en la Catedral y en otros géneros del
arte: la pintura, escultura y literatura las cuales se imbuyen de los pasajes
religiosos y difunden la concepción filosófica idealista de la “creación” y
demás pasajes bíblicos cuyos aspectos centrales se encuentran en la Liturgia
contenida en los “Santísimos Sacramentos” de la Iglesia Católica.
Doctrina Católica cuya esencia es la “Vida, Pasión, Muerte y
Resurrección de Jesús, el Cristo”, la cual de paso se encuentra en todas las
religiones y en el llamado “paganismo”. Doctrina cristiana que como es conocido
fue incorporada por Roma -dejando en el pasado histórico sus dioses “paganos”-
a la categoría de Religión Oficial tras haberla perseguido durante siglos.
En Italia, en la Florencia de los Médicis, el Renacimiento abrirá paso a
una revolución en las artes y las ciencias sin precedentes que será el batintín
de la revolución burguesa francesa que rompe con las ataduras artísticas
feudales de la Iglesia Católica.
Miguel Ángel, el gran pintor y escultor, aunque incidida su mente y
creatividad por la concepción idealista sostenida por los preceptos religiosos
imperantes de la época crea el fresco de la Capilla Sixtina mostrando los
cuerpos tanto del “dios creador” como de los seres humanos “creados por su
toque divino” al desnudo. “Tal como dios creo al mundo” fue el argumento
con el cual Miguel Ángel justificó su ruptura con esa cultura austera y
conventual cuya concepción estética en aras de la genialidad y fuerza del arte
renacentista de Miguel Ángel hubo de aceptar el Papa contribuyendo a romper con
los rígidos cánones estéticos del Arte Barroco.
Tiziano recupera la figura de la mujer en el desnudo artístico rompiendo
los cánones feudales conventuales y ascéticos. Así, los pintores, escultores y
arquitectos del Renacimiento vuelven los ojos a Grecia y revolucionan las artes
restableciendo el realismo, la Estética materialista de Aristóteles que
recupera la belleza sin ropajes del cuerpo humano y la naturaleza.
El Arte del Renacimiento es la gran ruptura histórico - cultural con el
pensamiento estético idealista religioso expresado en el Arte Barroco que se
imbrica con el desarrollo de las Ciencias y de la Filosofía materialista que
eleva a un sitial avanzado al pensamiento estético materialista que eclosiona
con la Revolución Francesa capitalista de 1789.
EL ARTE BARROCO: AL SERVICIO DE LA NOBLEZA
LATIFUNDISTA PARA SOMETER ESPIRITUALMENTE A LOS PUEBLOS
El Barroco era y es un fenómeno artístico que se expresa en los diversos
géneros del arte y de manera monumental en la Arquitectura.
La Estética del período artístico-cultural Barroco adquiere notoriedad
durante el siglo XVII se afirma y desarrolla durante la Contrarreforma que fue
la respuesta de la Iglesia Católica a la Religión Protestante, que en lo
Estético colocó al Arte Barroco al servicio de las concepciones idealistas
filosóficas de la Iglesia Católica en contraposición al Arte del Renacimiento.
CARACTERISTICAS ESTETICAS DEL ARTE BARROCO EN EUROPA
El Barroco va unido al “urbanismo”: “El Palacio” fue el típico edificio
de vivienda urbana ligado a las familias poderosas en cuanto a sus riquezas
derivadas de la explotación sobre sus tierras, sobre sus campesinos siervos,
que iba de conformidad con su “alcurnia”, con su “linaje”.
Pero fundamentalmente el Arte Barroco de la Contrarreforma se
caracteriza por la predominancia de las Catedrales. Con esta visión barroca en
Italia se construyen monumentales obras de arte:
En Roma:
*La Catedral de Santa María de la Victoria,
* La Fachada del Gesú,
* La columnata de San Pedro del Vaticano.
En Turín:
* La Catedral de San Lorenzo y
* La Capilla del Santo Sudario
En Francia el Barroco “surge como un arte majestuoso al servicio del
Estado. Los grandes palacios suelen tener un gran cuerpo alargado y dos alas
hacia el jardín. Las cubiertas forman grandes cuerpos prismáticos, muy altos,
en los que se abren buhardillas”:
Con esta visión estética se construyen:
* El Palacio de Richelieu,
* La Mansión Lafitte,
Y los proyectos reales de
* El Louvre y Versalles
En España destacan las Catedrales de:
Fachada de la Catedral de Granada,
La Catedral de Toledo,
la Plaza Mayor de Salamanca
Aranjuez.
Catedrales e Iglesias caracterizadas por la “exuberancia decorativa”,
por el despliegue de las formas en relieve a través de las cuales se trasluce
el poder de la Iglesia como representante del “dios único” en la tierra.
EL BARROCO EN AMERICA
A América se traslada el Arte Barroco para consolidar la dominación
esclavista y feudal de la España monárquica.
Dice bien Juan Valdano al ubicar a España durante el fenómeno
histórico-cultural de la Conquista y la Colonia en América que “en pleno
albor del Renacimiento cuando buena parte de Europa emergía de la noche
medieval, la España unificada de Fernando e Isabel se aferraba aún al
feudalismo, a la intolerancia religiosa y racial, al pensamiento del medioevo”.
Uno de esos aspectos es la reproducción de la Arquitectura Barroca
monumental a las tierras “descubiertas” por Colón: en México se levantan, en el
contexto histórico de la construcción y reconstrucción urbanísticas de las
ciudades coloniales:
- La Catedral de Puebla y
- La Catedral de México,
- Los Santuarios de Ocotlan en Tlaxcala y de
- San Francisco de Acatepec
En el Virreinato del Perú se construyen a mediados del siglo XVII:
Las Catedrales de:
- Lima,
- Cuzco y
- Quito
Entre 1564 y 1575 fue construida:
- La Catedral de San Francisco
Que había sido fundada en 1535 en Quito “en el emplazamiento del Palacio
de Huayna Capac” como una de las construcciones arquitectónicas Barrocas de la
América Colonial para la Orden de los Franciscanos a través de las cuales se
demolía material y espiritualmente la cultura y el arte del Incario.
Bajo los conceptos arquitectónicos del Arte Barroco fue iniciada la
construcción de:
- La Catedral de La Compañía, en Quito:
Para la Orden de los Jesuitas en 1605 y
concluida en 1616.
“Se hizo en forma de basílica con cúpulas encima de las naves, una
cúpula más grande encima de la cruceta y un ábside rectangular”. “Los domos
tienen su origen en los de la célebre Iglesia Gesú de Roma”.
“La fachada de La Compañía, dinámica, angular y receptiva, se destaca
como una de las expresiones más exquisitas de la decoración barroca” de
América.
En el siglo XVII Quito adquirió la fama de “Claustro de América” y de
“Santuario del Arte Colonial”.
En América se instaura el Barroco acompañado de la presencia de la
concepción religiosa Católica y toda su liturgia de santos, efigies,
escapularios, diezmos, contrapuesta al Protestantismo en lo religioso y al
Renacentismo de Italia en el arte: a su luminosidad artística y resplandor
científico.
El Arte del Barroco Quiteño y sus Catedrales sera levantado con la
fuerza y la vida de los pueblos indígenas, quienes, bajo la dirección de los
arquitectos Francisco Guerrero y Constantino de Vasconcellos, entregan
su sudor y sangre en el acarreo y colocación de los materiales pétreos.
EL BARROCO: EJE ARTISTICO EN QUE SE ASIENTA LA CULTURA DOMINANTE EN
AMERICA DURANTE LA COLONIA
El Barroco es la expresión de lo ornamental, de la ostentación
artística, de lo sinuoso y torneado incrustado en la piedra, en los altares, en
los atrios. Rompe con todo lo lineal y aerodinámico. Es la expresión del
recogimiento espiritual del ser humano que “se conecta con dios” a través de
los grandes ventanales que dejan penetrar la luz a las grandes naves interiores
de las refulgentes catedrales.
El Barroco fue y es la expresión de la cultura y el arte espiritual de
la España feudal, cuyos arabescos y adornos, propios de ese arte que resiste
los siglos, tenía -y tiene- como objetivo crear el suntuoso, emblemático,
alegórico y artificioso albergue material para reproducir cotidianamente,
durante la Semana Santa y en otros ceremoniales religiosos, el culto a esas
deidades traídas de ultramar durante la Colonia que son recreadas en los
ceremoniales que recoge la Liturgia de la Iglesia Católica.
En las monumentales Catedrales levantadas en piedra que recorren Quito y
toda la Serranía y que se extienden en la Costa y la Amazonía, no con la misma
potencialidad artística del Barroco pero con la misma simbología, a través de
las imágenes de los santos y santas, de las efigies de los prototipos de la
Pasión, Crucifixión y Resurrección se recrea el dogma contenido en aquella
cultura religiosa traída de España a América por diversas Órdenes Religiosas
como los Jesuitas, Franciscanos, Dominicos, Salesianos, Josefinos.
La fastuosidad, los arabescos y esculturas de ángeles, imágenes, adornos
pulidos sobre las piedras propias del Arte Barroco dejan atónito el ojo del
veedor.
Ello se complementa con el embellecimiento interior de los altares, de
los púlpitos, de las imágenes con todos los arabescos cubiertos por el rico pan
de oro que adornan las iridiscentes y esplendorosas naves interiores que
provocan el encantamiento, la admiración de turistas, de beatas, de
consuetudinarios visitantes de las monumentales Catedrales de San Francisco, La
Compañía, San Agustín, del conjunto de las Iglesias y Catedrales del Centro
Histórico de Quito cuyo estilo se extiende a Guápulo y a otros Cantones, se
levanta hacia el norte en Ibarra y Carchi y hacia el centro en Latacunga –se
debilita en Ambato debido a la reconstrucción de las Iglesias, tras el
terremoto, que carecen de la opulencia del Barroco-, continúa en Riobamba, en
Cuenca, en Azogues y en el Cantón Cañar con la misma fastuosidad, sinuosidad y
pedrería que deslumbran a los fieles católicos y a los turistas. El fenómeno
del Barroco es suntuoso en toda la serranía.
El poderío espiritual de las Catedrales verdaderos palacios para el
culto religioso de la Iglesia Católica constituyen a través del tiempo un
patrimonio cultural, una expresión de la belleza del arte colonial, aunque su
trasfondo sea la imposición de la cultura espiritual que la España
feudal-esclavista impuso en América sobre los pueblos basada en sus
concepciones estéticas idealistas religiosas.
El Barroco traído de ultramar se complementó con la escultura, la
pintura y la literatura, con las artes que elevaron a la estatura de lo sublime
el ideal estético feudal y esclavista de la Corona Española en tanto los
pueblos indígenas, negro y el pueblo mestizo, resultado de la fusión de la
cultura indígena y de la cultura española donde esta última fue dominante,
soportó la dominación política y espiritual que fue el instrumento para el
saqueo de nuestras riquezas utilizando las espaldas, la sangre, el sudor de los
pueblos americanos por parte de los colonizadores.
Para los criollos el trabajo manual era signo de inferioridad cultural.
La escultura y la pintura se depositaron en las manos, en la mente de los
pueblos indígenas y mestizo: Pampite, Caspicara, Miguel de Santiago, Goríbar,
fueron entre otros los artistas de origen popular del Arte Barroco enseñado por
la curia. Fueron reproductores de la cultura religiosa católica en sus lienzos
y esculturas. Allí también se expresó un sincretismo que con el paso del tiempo
ha dado lugar a que todas aquellas obras de arte colonial incluidas las
Catedrales sean conocidas como “Arte Quiteño” y declaradas por la UNESCO
“Patrimonio Cultural de la Humanidad” tal su magnificencia artística.
Y ciertamente lo son: corresponden a la reproducción y sincretismo
artístico-religioso europeo del Barroco como señala Juan Valdano: al “Barroco
Americano”, al “Barroco Quiteño” que se extiende como polvareda a lo largo del
callejón interandino del Ecuador centrándose en cada capital de provincia y en
cantones, rascando el cielo con sus catedrales simbólicas del poder dentro de
las cuales respiran las pinturas y esculturas del catolicismo cuyo simbolismo
religioso fue traído de la España feudal a las cuales se han sumado otras
imágenes creadas por el imaginario de los pueblos y elevadas a la connotación de
“milagros” por la curia católica que se expresan en la innumerable cantidad de
“Vírgenes” que pueblan el territorio del Ecuador las cuales son acompañadas por
procesiones simbólicas masivas que acrecientan el culto religioso católico de
los pueblos de diversas provincias, cantones y parroquias.
En su contenido tales obras de arte incluida la literatura gongorista
del Barroco literario Español que se trasmite y es recogida en la poesía, en la
literatura de los más destacados escritores coloniales: Xacinto de Evia, Juan
Bautista Aguirre, Antonio Bastidas, Juan de Velasco, son alienantes de la
realidad de la vida social, política y económica de la sociedad colonial. Los
trabajos de Juan Valdano permiten captar el fenómeno del Barroco en el arte y
la literatura durante la Colonia:
“La poesía religiosa de carácter culto que se escribió en la Audiencia
si bien brotó de un sentimiento auténticamente devoto, se la escribió..para
contribuir al brillo de determinadas fiestas y celebraciones con que las
iglesias y conventos honraban a dios y a los santos en ciertas fechas del año.
Aquí como en otros aspectos de la vida colonial, lo convencional y lo retórico
domina y envuelve lo religioso. ( Debería expresarse al revés: lo barroco
religioso incide en lo poético que se ve envuelto en lo retórico y lo
convencional. N. A.) Así, por ejemplo, en “El Ramillete” se incluyen poemas como el
titulado “Al Santísimo Sacramento en el Concurso de las Fiestas del Rosario”
que corresponden a Antonio Bastidas”.
ARTE Y LITERATURA EMANCIPADORES Y REALISTAS
En contraposición y como reflejo de esa realidad, estrechamente
imbricadas a la vida de los pueblos y a los combates por la libertad se va
trasuntando un pensamiento emancipador expresado en la literatura política que
se irá configurando progresivamente en nuestra lengua literaria ecuatoriana y
en otras expresiones del arte realista particularmente de la pintura.
Los escritos y obra literaria política de Espejo alcanzan una dimensión
americana. En las Cortes de Indias la oratoria emancipadora de Mejía Lequerica.
Durante las batallas de la Independencia la poética de Olmedo adquiere alta
connotación.
Más adelante durante la Revolución Liberal las obras de Peralta y Montalvo
van tejiendo un pensamiento nuevo, emancipador. Este proceso se expresa en la
pintura con la obra irreverente de Agustín Guerrero y adquiere una connotación
artística en el paisajismo y en los desnudos artísticos, en la pintura social
indigenista de Joaquín Pinto, que continuará con la pictórica de Camilo Egas,
Kingman y Guayasamín y con la recuperación paisajista y humanista de Quito, de
Enrique Guerrero; todo este arte pictórico va construyendo artísticamente
elementos culturales emancipadores que se complementan y expresan en la pintura
de los “Cuatro Mosqueteros” para mencionar a algunos, no a todos, destacados
artistas del realismo, sedimento de la estética materialista.
La pictórica de estos grandes cultores del arte recoge las vivencias del
campesinado indígena, de los cargadores, del bellísimo y colorido paisaje
ecuatoriano. Las imágenes, la inusitada fuerza expresiva: los indígenas, ora
agachados sobre la tierra, ora levantados en actitud libérrima, son recuperados
en su lucha irredenta a través del manejo del color que hace descollar el
“realismo social” en lo pictórico. Particularmente las obras de Guayasamín y
Kingman adquieren expresiones desgarradoras que han estremecido al mundo.
Esta pictórica contrasta, en cuanto al contenido, y aún en cuanto a la
forma, con el Barroco ecuatoriano: con las pinturas alegóricas de los
“milagros” de “San Agustín”, de Miguel de Santiago: grises, faltas de la
luminosidad y fuerza y contradictorias con la estética realista y popular de la
potente pictórica antes expuesta.
Esa pictórica realista, irreverente, se engarza durante la década de los
80 y 90 con los pintores de “La Huella”, se renueva con “Los Carboneros” a
fines del siglo y principios del siglo 21 que le imprimen luminosidad a la vida
en la ciudad de los mendigos, de los campesinos, invisibles a los ojos de la
clase media; de la campesina indígena en el campo bebiendo agua mientras corta
el fruto de Vladimir Merino. De la vendedora callejera
de pescado frito, de la negra plena de luminosidad con los peces bailando
en su pollera, una mariposa echa lazo de su pelo y una pareja de color
prieto, transmutadas en árbol, cruzadas ardientemente bajo la noche menguante,
de Alberto Carcelén. Pero sobre todo, que surge en la cartelística y
la pictórica altiva que muestra a los molotovistas, a los tira- piedras,
defendiendo su derecho a la emancipación social al acudir como forma elevada de
rebeldía a la capucha y al combate insurreccional.
Cuadros que son recogidos por el ojo advertido de Carcelén, Merino y
otros pintores y llevados al óleo a través de su mano sensible y vital. Pintura
que rebasa la irreverencia y saca a flote el anhelo de la juventud alzada por
la emancipación social en el Ecuador afirmando la tesis del arte realista,
popular y emancipador postulado por la UNAPE.
Este fulgor realista y popular descuella con los escritores de la década
de los 30 que recogen la idiosincrasia, la vida y el lenguaje de los de abajo,
destacado por Benjamín Carrión ante los furibundos epítetos que en su contra se
desataron al salir la primera edición de los cuentos: “Los Que se Van”
con los cuales se engrosa la lengua literaria al incorporarse a ésta la
grosería, el carajo, renovados en la Poesía: “Nuestra es la Vida” de
Rafael Larrea:
“¡Bienvenidas
¡Oh,
Ciudades!,
Plazas nacidas de nuestras
uñas rotas,
Del bulto de nuestro cansancio
¡Oh,
Ciudades!
Cunas de desventuras
Y desventurados,
Pelados campanarios,
Portales helados,
Laberintos de ajo y cebollas,
De sudores,
De nieblas,
De párpados andinos,
De hambres desconocidas,
¡….Oh
Ciudades!
¡Hijas nuestras!
…nuestra sangre construyó
Muros,
…crujientes palos doblaron
nuestro espinazo.
Y nuestros pies batieron barro
Entremezclado
Con inocente paja.
Se amplió la luz,
La luz rasgó
El anaco de la luna….
Es la voz del “Rafico que muestra el durísimo, “desventurado” éxodo del
campo a la ciudad del campesinado indígena para encontrarse con las ciudades de
vidrio y de cemento, con las desgarradoras visiones de espíritus de mármol y
roca en que se torna la cultura dominante, que se desgarran en las procesiones
barrocas con las fábricas que despellejan esas vidas:
¡No hemos de consentir!
Clama “El Rafico” en su rica obra literaria y estética que está allí,
vigorosa, presente: “Nuestra es la Vida”, “Campanas de Bronce”, “Bajo el Sombrero
del poeta”, “La casa de los Siete Patios y en escritos estéticos realistas y
revolucionarios como: “Los cinco sentidos de la poesía”.
Nuestra literatura desbroza el terreno de lo popular con la prosa y la
poética de Alfonso Murriagui, y esotro poeta nunca extinguido de la escuela del
Centro de Arte Nacional: Alfonso Chávez.
Todo esto en un escenario donde la pictórica, la literatura y otros
géneros como la danza pluricultural, el teatro, el cine, han descollado
mostrando un panorama artístico y literario inusitado, riquísimo, democrático,
progresista, que saca a flote nuestras identidades como país plurinacional y
pluricultural donde la UNAPE tiene un panorama, un basamento y una sustancia
desde donde desplegar sus alas hacia la nueva creación artístico- literaria que
reclama nuevos retos en todos los géneros para remontar a otros nevados el arte
emancipador.
Obras y espacios consultados:
- “Las guerras campesinas en Alemania” de Federico Engels
- “Ecuador: Nación, Pueblos, Emancipación” de Pablo Miranda
- “Identidad y formas de lo ecuatoriano” de Juan Valdano
- “Google”: datos extraídos de Internet respecto del Barroco arquitectónico en Europa y América.
- “Nuestra es la Vida” – poesía de Rafael Larrea
- “El Reino de Quito en el Siglo XVII” de John Leddy Phelan
- “Acerca de la Estética Materialista e Idealista” de Editorial Iskusstvo de Moscú.
- “Historia del Arte” – Enciclopedia del estudiante –
- Recopilación Pictórica de Michelena: “200 años de pintura”
Abril 2012
ODISEO RUNA
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