viernes, 17 de julio de 2015

Ceremonia Inédita - capitulos de novela





                      EL PODER DEL MEDIOEVO                        EN LA MODERNIDAD

Capítulo Primero
 LA HOSTIA EN LA LENGUA

El manejo de símbolos religiosos tiene  antecedentes siniestros: Tras quedar atrás las pugnas de caudillos latifundistas por el poder se erige la dominación del Gran Caudillo terrateniente guayaquileño que implanta un poder oscurantista, corrupto y de terror quien manipula la Liturgia Católica para mantenerse arriba y a quien los pueblos echan abajo como un Rayo que la memoria colectiva guarda en la metáfora dictatorial: “Santo del Patíbulo”, que recoge el repudio y caída de aquellas dictaduras latifundistas protervas que sucumbieron en el torbellino revolucionario de “Las Montoneras”.
En los tiempos de la postmodernidad criolla tras un cuarto de siglo de los gobiernos oligárquicos de la “´partido crasis” burguesa otro caudillo guayaquileño con obsesas ambiciones de poder renueva esa oscurantista tradición imbricándola con la modernización del Estado que envuelve al país en un abanico atracador que extiende la centenaria expoliación yanqui a la dinastía imperialista china quienes devastan el subsuelo rico en oro negro y minería mientras diezman a los pueblos originarios y destruyen la biodiversidad de las orquídeas y picaflores.
El ambicioso dictadorzuelo modernizador retrotrae el pasado y lo imbrica al  “progreso” manipulando los ritos católicos para seducir a la “ciudadanía” pretendiendo degustar luengamente del poder con el que reprime a quienes se alzan contra su corrupto festín: Los “tira piedras”, “roscas” y “ecologistas infantiles” símbolos de la lucha emancipadora del Ecuador en cuyo entorno camina a tranco largo una intelectualidad demócrata y patriota.  


Miró la hora en su reloj de marca adquirido en uno de sus viajes por Europa abracado a su muñeca izquierda por una correa de titanio de opaco tinte metálico para brindar la apariencia de un reloj de escaso valor en cuya rigurosa exactitud se regodea: Negro el círculo interior con tres plateadas agujas que fijan las horas; un círculo pequeño para el cronómetro y otros artilugios que martillan el tiempo inexorable: Las diez en punto. La ceremonia religiosa está preparada en la Catedral de “La Compañía” para las once de la mañana. Da una rápida mirada a la antigua ornamentación del Palacio de Carondelet: Siente una doble presión sobre su cerebro y caja torácica debido al cerco que se ha ido tejiendo sobre Él y su gobierno que enfrenta como discípulo ferviente del jefe militar converso en jefe religioso fundador de la Orden Jesuita emblemática de la Contrarreforma Católica que confrontó al luteranismo, Ignacio de Loyola, cuyas acciones místicas violentas contra la oposición protestante y los pueblos inspira su visión y praxis de Jefe de Estado que complementa con la reaccionaria pedagogía de “La Salle” que guarda paralelo con la Orden Jesuita: Bajo este conjunto de preceptos políticos militares y pedagógicos ha montado la ruptura del cerco tejido por la oposición burguesa utilizando la jerarquía del Arzobispo de la Diócesis, Clemente de La Bastida, quien depositará la hostia en la lengua de su poder ese día, a las once de la mañana, en la Catedral de “La Compañía”.
Los días gravitantes acentúan el temor de que se cierre el cerco antes de que la jugada maestra cuaje durante la ceremonia política que se realizará en el Palacio de Gobierno para cuyo éxito requiere del condimento simbólico que encierra la ceremonia religiosa, inédita dentro de la Liturgia Católica: La entrega de la hostia en la lengua de Él, quien, al cumplir el rito de alimentar espiritualmente su alma ingiriendo el pan que encarna el cuerpo de Cristo; colocada la hostia en su lengua por los dedos sagrados de la alta envestidura episcopal asumirá un estado de beatitud que le conferirá la atribución de otorgar el Perdón de Cuaresma para quienes “Él” juzgue necesario. Tal ceremonia se realizará con todas las canonjías, ese día, en la Catedral de “La Compañía” emblema de los Jesuitas construida por arquitectos europeos en réplica de la “Iglesia de Gesú” de Roma cuyos bloques de piedra fueron cargados por las espaldas de miles de indígenas. La ceremonia tejida habilidosamente se entroncará con las tradicionales celebraciones católicas de “La Cuaresma”.  
                            *   *   *
Se mira al espejo para  comprobar su estado atlético. Observa minuciosamente su rostro: Aunque la presión política se refleja en él, ha aprendido a manejar su mundo interior desde su visión católica y militarista, para, tornándose angelical frente a “la ciudadanía” justificar ante aquella sus atrabiliarias y despóticas medidas represivas, su política inquisitorial frente a la “oposición” burguesa y a la popular subversiva, desestabilizadora y “terrorista”; circunstancia durante la cual debe mostrar una energía en relativo reposo donde aflore distensión antes que tensión, placidez estoica que debe brotar de la lozanía de sus mejillas mostrándolas irrigadas sanguíneamente para suavizar las persistentes arrugas que empiezan a gravarse en su rostro. Debe reimpulsar el brillo de sus ojos para imprimirles luminosidad beatífica de mansedumbre, perdón y victoria -dada la obvia derrota- imagen que se trasmitirá a “la masa” –sonríe interiormente-: Tanto a aquella asistente a la ceremonia religiosa de la mañana como la convocada al Acto Oficial del Gobierno a cumplirse durante la noche en el Salón Amarillo del Palacio de Gobierno con sus Ministros y Ministras, Secretarios y Subsecretarios, personalidades militares, policiales y religiosas, personal diplomático y toda la prensa -la de su gobierno y la “corrupta”- El acto será trasmitido en dos idiomas, español y francés, durante el cual Él pronunciará el discurso magistral cuyo ambiente ceremonial será complementado por la frugal atención de la servidumbre de Palacio que repartirá bocadillos y bebidas que serán consumidas, además, por la innumerable y cuchicheante jauría lambona del gobierno que debe copar todo espacio del salón para mostrarlo repleto y alebrestado.
Mueve calculadamente el mechón de su pelo delantero que cubre a medias una calvicie prematura que se ahonda durante las confrontaciones con “la oposición” burguesa, la “energúmena” de la izquierda “tira piedras” y la irreverente de los “roscas” del movimiento indígena.
Su estado de ánimo responde al espíritu revanchista de la Contrarreforma Católica que modernizó a la Iglesia Católica, se desembarazó de esquemas que la enclaustraron, se adaptó al imperialismo del siglo veinte y se acopló al abrupto ascenso del devastador “nacional socialismo” durante la Segunda Guerra Mundial; pragmatismo con el que coincide plenamente su “plurinacional socialismo del siglo veintiuno” que engrapa perfectamente con su visión de poder cuyos tentáculos extiende a través del montaje del Estado policial con el cual cerca, reprime, enjuicia y envía a prisión a sus opositores. 








  
Capítulo Segundo
EL CERCO

Sonríe por sus reflexiones en el preciso instante que aparece su Canciller, Baltazar Pandillo, para acompañarlo a la ceremonia religiosa. “Enfrentamos un cerco político que pretende echar abajo nuestro gobierno el cual hay que romper manejando hábilmente la tradición mística católica que encaja con nuestras modernas “revolución ciudadana” y “socialismo siglo XXI” que desmitifican la fraseología violentista de la izquierda “infantil y garrotera” que alcanzó connotación durante los años 70s y 8os”. Se explaya. “Es cierto” repica el Canciller. “A esta izquierda extremista debemos golpearla sin tregua pues cala en el imaginario de la juventud y los pueblos recreando ese marxismo obsoleto que fomenta el paro y las agresivas acciones en las calles de los encapuchados “tira piedras” que conviven con el derribamientos de árboles y el cierre de carreteras de los “roscas” indígenas que se oponen a nuestro proyecto”.

“Dejemos eso ahora” -riposta Él retomando el tema del cerco- “Hay que salir de esta zancadilla. Tenemos que impedir que la oposición enarbole como victoria la resolución de las “Medidas Cautelares” de la hija de puta Comisión Interamericana de Derechos Humanos que nos obliga a levantar las sentencias penales emitidas ya contra el puerco ése, dizque editorialista y contra los propietarios del periódico “El Cosmos responsables de la publicación del artículo que me tilda de “criminal de lesa humanidad” - “Por suerte el carajo del “editorialista” se ha fugado a Miami dándonos la razón”-, completa el Canciller y agrega: -“Toda una hábil labor hecha para arrinconar a la prensa corrupta con la cual subordinamos a los Jueces de la Corte de Justicia para frenar los desmanes de dicho periódico que hubiesen colocado en la picota a la prensa privada opositora fue echada abajo por la precipitación que generó ese error mayúsculo”- Se agrieta el rostro de Él -“¡Miserables!”- y suelta indignado: -“Es verdad: La precipitación por emitir la sentencia nos condujo a acelerar el trámite para asegurar una precisa redacción de ésta dejando de lado al Juez de la Causa que era quien debía redactarla”-“El error garrafal fue hacerla redactar por Su Secretario Particular, Presidente, claro, debido a la habilidad y experiencia de aquel como abogado”- “No sé cómo se pudo filtrar esa información clave. Cuando la obtuvieron cercaron al Juez de la Causa y lo hicieron tambalear hasta que declaró con temblores de manos y rasquiñas de la cabeza, que “Él como Juez de la Causa no la había redactado”, el día que esa malhadada jueza de la oposición le preguntó mañosamente, “Si él había redactado la sentencia”- Cayó en la trampa– continuo Pandillo - Esa declaración fue filmada en secreto y el video fue difundido profusamente por nuestros enemigos- “¡Carajo! Los espías están por todos lados. Hay que sacar esos videos de circulación cuanto antes. Tenemos que perfeccionar nuestra Inteligencia y ramificaciones. Yo controlaré que se lo haga extremadamente bien y extremadamente rápido, pues, aunque mi abogado ha negado todo calificándolo de “falacia”, la opinión pública duda. Su rostro se ha tornado rígido pero se recompone al instante. No es para menos. Los recientes sucesos políticos han llevado al descrédito a Él y a su gobierno. Se endereza con energía. Mira a su alrededor con ojo militar a ver si su equipo de seguridad está listo como ha dispuesto con claridad el día anterior. Y lo está. Más de veinte guardias todos de negro con modernos y sofisticados aparatos de intercomunicación que teclean persistentemente esperan cuadrados su llegada. Con paso militar, acompañado por el Canciller y protegido por su equipo selecto de seguridad atraviesa los ambientes del Palacio del Barón de Carondelet que dan a la gran puerta simbólica del poder que los modernos pesquisas abren con rapidez y eficiencia en tanto otro grupo selecto los espera a la puerta de la limosina negra que es abierta con inusitado y servil protocolo. Su paso calculado trasunta la imagen del dictador moderno que deja atrás el estilo de los retrógrados dictadores de otros países latinoamericanos a quienes recicla con la tecnocrática modernización del país, que, sin embargo, durante circunstancias como ésta, persiste en revivir al manipular las antiguas creencias religiosas que fortalecen a las dictaduras caudillistas modernas mimetizadas en el “progresismo”.

















  

Capítulo Tercero
SENTENCIA PROCAZ

La sentencia condenatoria sobre el editorialista y los propietarios del periódico “Cosmos” responsables de publicar el artículo que lo acusa de haber propiciado –debido a la orden de asalto al Hospital de la Policía por parte del Ejército para “rescatarlo”- “Un crimen de lesa humanidad” está signada por un ambiente de persecución, miedo y terror creado por el aparato de “Inteligencia” montado por Él a través del cual se ejerce acoso con la pincha de celulares y convencionales para escuchar llamadas y enviar amenazas a los “acusados” de participar en el “Intento de Golpe de Estado”; aparato de inteligencia que es parte del Estado policial urdido por Él y manejado bajo su directo control que es acompasado por una profusa propaganda que difunde en un tropel de imágenes la teoría del “Intento de Golpe de Estado” que  ha sido desbrozada por Él y los corifeos de su gobierno que especifica de que “hubo preparación y coordinación para la toma de aeropuertos, medios de comunicación, calles, la Asamblea, colegios, etcétera”.

Esta entelequia creada, inducida por Él, ha sido introducida en la cabeza y cuerpo de todo el aparato político y administrativo de su gobierno: Ministros y Ministras, subsecretarios y mandos medios, choferes y conserjes reciben la repetitiva versión que ha elevado la presencia de Él a un sitial de “héroe”: La obsesa imagen del predestinado. El gobierno se convierte en un cuerpo inmarcesible. Por los pasillos de Carondelet, de los Ministerios, de todos los espacios donde se extiende -y extienda- su influencia se riega la especie de “la heroicidad al nivel de empeñar la vida por la Patria” -de Él- quien ha impedido “con su valentía” un “Golpe de Estado” como los acontecidos en el pasado con Tres Presidentes que han sido echados de la Plaza Grande aumentando el número de fantasmas que recorren los pasillos del Palacio aullando por el poder arrebatado debido a los alzamientos populares.
La versión del “Intento de Golpe de Estado” copa los medios estatales y los “incautados” por Él; la presión que se ejerce apunta a ocultar el montaje de una mentira con sesgos de verdad: Los corifeos de su gobierno y Él mismo aseveraron que “lo tenían secuestrado”, y sin embargo, desde el lugar del “secuestro” Él ha dado la orden de asalto al Ejército sobre el Hospital repleto de ancianos, mujeres y niños enfermos. Esto resalta el articulista: “Desde el cuarto del Hospital de la Policía Él ejerció todos los poderes”. Nadie lo reemplazó como sí ocurrió con la efectiva captura del “León” Herpes Artero en Taura; con la prisión de Chávez en un cuartel militar donde se encontraba aislado. Casualmente Chávez hizo llegar, con un joven de la tropa que realizaba las compras de los enseres del Batallón donde estaba preso, una esquela para que aquél la recogiese y la hiciera llegar al General Baduel que estaba tomado el Cuartel del Estado de Miranda para respaldarlo mientras la reacción, que ya había echado abajo al Congreso y designado como Presidente a Efrén Guarderas, decía que “Chávez había renunciado”. Cuando el joven milico entregó a Baduel la nota que Chávez había escrito y firmado: “No he renunciado” recién se informaron en qué Estado y Destacamento Militar estaba preso. La cosa dio un viraje: Liderado por Baduel y otros Jefes Militares, el pueblo restituyó a Chávez en el gobierno. “Hechos distintos a los pincelados por Él como “secuestro”, prueban” –escribía el articulista- “que Él ejercía desde allí todos los poderes y sabía del riesgo que implicaba impartir esa orden de asalto por la noche al Hospital repleto de enfermos. “Tal orden podría haber causado la muerte de gente inocente como la del joven militar que participó en el “rescate”. “Por la gravedad de la responsabilidad asumida, esa orden dada constituye un “Crimen de Lesa Humanidad”: Articulista y propietarios del periódico “Cosmos” son ipso facto acusados, enjuiciados penalmente y en menos de lo que canta un gallo, en un abrir y cerrar de pestañas, antes que se pueda parpadear o sacar un sucio del ojo, son sentenciados a prisión de más de tres años y al pago de una indemnización de millones de dólares. Es la quiebra del periódico. La sentencia no ha demorado lo que un tingazo con todos los aspavientos que rodean al caudillo, quien, según la versión oficialista, “salvó su vida”, gracias al asalto del Hospital durante “la noche ésa en que se vieron obligados a montar el operativo y rescatarlo del secuestro”. Se los ha sentenciado en un santiamén rompiendo el “debido proceso”: Su derecho a la defensa.
Cual un destello se descubre que la redacción de la sentencia para que la Corte de Justicia la apruebe ha sido redactada por el mismísimo ¡Secretario Particular del Presidente de la República! La evidencia muestra al Juez de la Causa, quien debía redactar la sentencia, declarando con titubeos en un video filmado secretamente, que “él no redactó tal sentencia condenatoria contra los periodistas del rotativo “El Cosmos”. Al realizar el seguimiento a la mentada sentencia contra los periodistas se descubre que ha sido hecha en la misma computadora de Ernesto Henríquez de la Balanza, abogado particular del Presidente de la República, que reafirma un amarre procaz donde Él hace de Juez y parte y en el que aflora la pus del manejo autoritario de “La Ciega Justicia” por parte de Él.
Ya no hay excusas ni pajaritos preñados. Ante tal dictatorial y cínica manipulación de la sentencia condenatoria que supura fraude jurídico cuya constatación circula en sendos videos por los canales de la oposición burguesa probando el escandaloso prevaricato, se produce la quiebra inicial de la teoría del “Intento de Golpe de Estado” en amplios sectores de la opinión pública.
Cuando el ambiente está, ya, cargado de inmoralidad y abuso, sorpresivamente llega al país la Resolución de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, CIHD, que dictamina “Medidas Cautelares” en favor de los sentenciados periodistas del diario “Cosmos” que debe ser aplicada sin dilación por el Estado y el gobierno. Sin embargo y a pesar del desbaratamiento del aparato con que se ha montado la sentencia procaz y del Dictamen de Medidas Cautelares en su favor; atemorizado por lo que se ha constatado: La existencia de un Estado policial persecutorio donde el linchamiento mediático del gobierno es “derecho” y “libre expresión” Esteban Polvacios huye a Miami. Sabe que a pesar de las “Medidas Cautelares” el omnipotente dictador no le perdonará haberlo tildado de “criminal de lesa humanidad”. No ocurre igual con los propietarios del rotativo “El Cosmos”: El uno, tras haberse refugiado en una embajada por prevención, y el otro con un pie para saltar a Miami, se quedan en el país.
La evidente derrota de Él y su gobierno sería estrepitosa si se somete sin ninguna dilación a las “Medidas Cautelares” de la CIDHH lo que equivaldría a aceptar que el juicio y las sentencias atrabiliarias han violado los derechos a la “libre expresión”: Hay necesidad de buscar y encontrar un subterfugio que deje atrás la sentencia que ha quedado colgada como clara prueba de que “La Justicia” está subordinada a Él quien ha montado un Estado policíaco. La salida salomónica es aparentar “clemencia” que significa reiterar que, si bien el delito de “calumnia” contra Él es justo, y la causa que determinó la sentencia, también lo es, ante los acontecimientos que han traído confusión entre la ciudadanía es necesario ser flexible: “Perdonar” es el sustento político para el montaje de una opereta en la que los símbolos religiosos de las tradiciones católicas y su Liturgia van a ser manipulados con mefistofélica habilidad dado el peso que aquellas creencias religiosas de raíces coloniales tienen sobre la mayoría popular adherida secularmente a la religión católica y sus ritos.
Salida mística, aunque cínica y procaz, que va acompañada de la litúrgica reflexión: “Si algo es peligroso en el ejercicio del poder es que sean descubiertas las artimañas para derribar a los opositores”. Esto le ha quitado piso a la credibilidad de su gobierno constituyéndose en un ambivalente cerco de la oposición, sobre Él. De allí proviene la cavilada argucia de manipular de manera similar a la de su maestro del siglo diecinueve, el “Santo del Patíbulo”, los símbolos de la Religión Católica: Eso explica porque Él, ese día, a las once de la mañana se dirige a la Iglesia de “La Compañía de Jesús” ubicada en el corazón del Centro Histórico de Quito a recibir la hostia que depositada en sus labios lo absolverá del “mea culpa” y le abrirá los augurios celestiales para que pueda, conforme el ritual y las celebraciones de Cuaresma, impartir el celestial “Perdón de Cuaresma”: Única alternativa mística religiosa para salir del quijotesco entuerto que, por prepotente, cerril y autócrata, se ha creado Él mismo, que aborta ese Miércoles de Ceniza.




















Capítulo Cuarto
LA CATEDRAL

Aunque entre el antiguo Palacio de Gobierno erigido durante La Colonia y la Iglesia de “La Compañía” no dista más de una cuadra el recorrido de la limusina se desenvuelve con oficioso protocolo al transportarlo a Él hasta la entrada de la Catedral que se alza monumental raspando el cielo sostenida por gigantescas columnas de piedra torneadas por serpientes pétreas que giran envolviendo el frontispicio donde destacan dinteles con los corazones de Jesús y María, pilastras y columnas que enmarcan imágenes de santos enclaustrados en nichos también de piedra irradiando un poder cuasi celestial que descarga su fuerza sugestiva sobre los fieles. Toda esa magnificencia exterior de enormes bloques de piedra extraídos de las canteras de suelos aledañas a los volcanes circundantes al antiguo Quito Colonial, colocados unos sobre otros hasta llegar a la cúspide donde sobresale la excelsa Cruz de bronce con los anagramas de la Orden de los Jesuitas; símbolos e imágenes “sagradas” talladas por artífices del labrado en piedra volcánica suntuosamente pulida y convertida en filigrana repujada con una ornamentación morisca que apuntala el estilo barroco europeo de aquellos siglos coloniales que el peso abrumador de los tiempos oculta fueron encumbradas sobre las espaldas de los pueblos indígenas.

Él, sale de la limosina negra abrochándose los botones del terno negro. Alza la mano a la multitud que está agolpada fuera. Lleva una camisa con símbolos ancestrales indígenas elaborada con fino algodón europeo. Avanza con tranco jesuítico militar pasando bajo la cornisa de la puerta principal sobre el cual destaca “La Virgen Inmaculada” guardada por ángeles ubicada sobre el ancho arco de piedra que resguarda la gran puerta de madera con incrustaciones de hierro que abre paso a la monumental nave símbolo de la orden terrible y totalitaria que sobresale egregia y monumental en el corazón del Centro Histórico de Quito.
Lo acompaña su guardia pretoriana y un gajo de gente que lo sigue cual procesión. Al entrar se siente sobrecogido por el esplendor de la gigantesca cúpula escarlata con destellos áureos e incrustaciones brillantes cual piedras preciosas iluminadas por artísticas lámparas incrustadas en el enorme y rutilante cielo interior sostenido por robustas columnas púrpuras enrostradas por circulares arabescos: Nave Central que se abre reluciente mostrando a los encandilados fieles su grandiosidad monumental cargada de resplandecientes destellos auríferos que brotan del pan de oro que la recubre toda donde descuella el grandioso Altar Mayor cubierto por la bóveda central a lo largo y ancho de la Gran Nave y los retablos de los Altares secundarios donde resaltan el Dios Único, la Santísima Trinidad, los oleos y esculturas de Cristo crucificado construidas por los artistas indígenas y mestizos quiteños que resaltan la bíblica historia de la vida, pasión, muerte y resurrección de Jesús; religión impuesta a garrote y látigo por la Iglesia Católica a los pueblos americanos, cultivada en medio de la violencia y la “compasión” colonial del rezo, la confesión y el ascetismo hipócrita introducidos en las mentes de los “fieles”, quienes, sometidos espiritualmente pululan en el interior de la suntuosa Catedral.
Bajo el Altar Mayor se guarda en un cofre los restos de “Santa Marianita de Jesús” y arriba enclaustradas dentro de nichos relucientes cubiertos de pan de oro destellan las esculturas de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo: A lo largo y ancho de la nave afloran las capillas de los “profetas” construidas artísticamente  por el artista Javier Goríbar: Isaías y Joel; de San Luis y de La Virgen de Loreto traídas por el imaginario de una religión más avanzada, sistemática y sofisticada forjada durante la dominación feudal del medioevo e impuesta durante la Conquista y La Colonia ante la cual el  dictador moderno se inclina obsecuente mientras da pasos medidos al transitar por el interior de la Gran Catedral simbólica de la dominación espiritual católica hasta llegar a la primera fila de las formidables bancas de madera fina donde esperará el inicio del rito de la Misa que impartirá el Arzobispo de la Diócesis, Clemente de La Bastida, quien, sin demora acaba de entrar caminando sobre el espacio sagrado que se expande bajo el Altar Mayor: Su cuerpo está cubierto por una larga y amplia “Alba” sujeta a su cintura por el “Cíngulo”: Un cordón sagrado que muestra su dominio interior. Lleva puesta encima del “Alba” una “Estola” para administrar el sacramento de la Eucaristía y la “Casulla” de color morado apropiada para la ceremonia de Cuaresma: Sobre el Altar Mayor se esparcen los humos de un suave incienso y vuelan las sutiles llamas que se desprenden de dos sirios propios del rito de la Misa a celebrarse con toda la omnipotencia que implica haberla preparado especialmente para administrar el sacramento de la Eucaristía al Presidente bajo el supuesto de que Él ha sido confesado y perdonado por sus pecados por la misma autoridad eclesiástica que conduce la ceremonia. El “sagrado” vaso de oro del Cáliz en forma de Copa reluce sobre el Mesón Central y junto a éste el Copón que conserva las “sagradas” hostias portadoras del cuerpo de Cristo una de las cuales será depositada sacramentalmente en la lengua de Él durante la Misa.


Odiseo Runa
       




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