EL
PODER DEL MEDIOEVO EN LA MODERNIDAD
Capítulo
Primero
LA
HOSTIA EN LA LENGUA
El manejo
de símbolos religiosos tiene
antecedentes siniestros: Tras quedar atrás las pugnas de caudillos
latifundistas por el poder se erige la dominación del Gran Caudillo terrateniente
guayaquileño que implanta un poder oscurantista, corrupto y de terror quien manipula
la Liturgia Católica para mantenerse arriba y a quien los pueblos echan abajo
como un Rayo que la memoria colectiva guarda en la metáfora dictatorial: “Santo
del Patíbulo”, que recoge el repudio y caída de aquellas dictaduras latifundistas
protervas que sucumbieron en el torbellino revolucionario de “Las Montoneras”.
En los
tiempos de la postmodernidad criolla tras un cuarto de siglo de los gobiernos
oligárquicos de la “´partido crasis” burguesa otro caudillo guayaquileño con obsesas
ambiciones de poder renueva esa oscurantista tradición imbricándola con la
modernización del Estado que envuelve al país en un abanico atracador que extiende
la centenaria expoliación yanqui a la dinastía imperialista china quienes devastan
el subsuelo rico en oro negro y minería mientras diezman a los pueblos
originarios y destruyen la biodiversidad de las orquídeas y picaflores.
El
ambicioso dictadorzuelo modernizador retrotrae el pasado y lo imbrica al “progreso” manipulando los ritos católicos para
seducir a la “ciudadanía” pretendiendo degustar luengamente del poder con el
que reprime a quienes se alzan contra su corrupto festín: Los “tira piedras”,
“roscas” y “ecologistas infantiles” símbolos de la lucha emancipadora del
Ecuador en cuyo entorno camina a tranco largo una intelectualidad demócrata y
patriota.
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Miró la hora
en su reloj de marca adquirido en uno de sus viajes por Europa abracado a su
muñeca izquierda por una correa de titanio de opaco tinte metálico para brindar
la apariencia de un reloj de escaso valor en cuya rigurosa exactitud se regodea:
Negro el círculo interior con tres plateadas agujas que fijan las horas; un círculo
pequeño para el cronómetro y otros artilugios que martillan el tiempo
inexorable: Las diez en punto. La ceremonia religiosa está preparada en la
Catedral de “La Compañía” para las once de la mañana. Da una rápida mirada a la
antigua ornamentación del Palacio de Carondelet: Siente una doble presión sobre
su cerebro y caja torácica debido al cerco que se ha ido tejiendo sobre Él y su
gobierno que enfrenta como discípulo ferviente del jefe militar converso en
jefe religioso fundador de la Orden Jesuita emblemática de la Contrarreforma
Católica que confrontó al luteranismo, Ignacio de Loyola, cuyas acciones místicas
violentas contra la oposición protestante y los pueblos inspira su visión y
praxis de Jefe de Estado que complementa con la reaccionaria pedagogía de “La
Salle” que guarda paralelo con la Orden Jesuita: Bajo este conjunto de
preceptos políticos militares y pedagógicos ha montado la ruptura del cerco tejido
por la oposición burguesa utilizando la jerarquía del Arzobispo de la Diócesis,
Clemente de La Bastida, quien depositará la hostia en la lengua de su poder ese
día, a las once de la mañana, en la Catedral de “La Compañía”.
Los días
gravitantes acentúan el temor de que se cierre el cerco antes de que la jugada
maestra cuaje durante la ceremonia política que se realizará en el Palacio de
Gobierno para cuyo éxito requiere del condimento simbólico que encierra la
ceremonia religiosa, inédita dentro de la Liturgia Católica: La entrega de la
hostia en la lengua de Él, quien, al cumplir el rito de alimentar espiritualmente
su alma ingiriendo el pan que encarna el cuerpo de Cristo; colocada la hostia
en su lengua por los dedos sagrados de la alta envestidura episcopal asumirá un
estado de beatitud que le conferirá la atribución de otorgar el Perdón de
Cuaresma para quienes “Él” juzgue necesario. Tal ceremonia se realizará con
todas las canonjías, ese día, en la Catedral de “La Compañía” emblema de los
Jesuitas construida por arquitectos europeos en réplica de la “Iglesia de Gesú”
de Roma cuyos bloques de piedra fueron cargados por las espaldas de miles de
indígenas. La ceremonia tejida habilidosamente se entroncará con las
tradicionales celebraciones católicas de “La Cuaresma”.
* * *
Se mira al
espejo para comprobar su estado atlético.
Observa minuciosamente su rostro: Aunque la presión política se refleja en él,
ha aprendido a manejar su mundo interior desde su visión católica y militarista,
para, tornándose angelical frente a “la ciudadanía” justificar ante aquella sus
atrabiliarias y despóticas medidas represivas, su política inquisitorial frente
a la “oposición” burguesa y a la popular subversiva, desestabilizadora y
“terrorista”; circunstancia durante la cual debe mostrar una energía en
relativo reposo donde aflore distensión antes que tensión, placidez estoica que
debe brotar de la lozanía de sus mejillas mostrándolas irrigadas sanguíneamente
para suavizar las persistentes arrugas que empiezan a gravarse en su rostro.
Debe reimpulsar el brillo de sus ojos para imprimirles luminosidad beatífica de
mansedumbre, perdón y victoria -dada la obvia derrota- imagen que se trasmitirá
a “la masa” –sonríe interiormente-: Tanto a aquella asistente a la ceremonia
religiosa de la mañana como la convocada al Acto Oficial del Gobierno a
cumplirse durante la noche en el Salón Amarillo del Palacio de Gobierno con sus
Ministros y Ministras, Secretarios y Subsecretarios, personalidades militares, policiales
y religiosas, personal diplomático y toda la prensa -la de su gobierno y la
“corrupta”- El acto será trasmitido en dos idiomas, español y francés, durante
el cual Él pronunciará el discurso magistral cuyo ambiente ceremonial será complementado
por la frugal atención de la servidumbre de Palacio que repartirá bocadillos y bebidas
que serán consumidas, además, por la innumerable y cuchicheante jauría lambona
del gobierno que debe copar todo espacio del salón para mostrarlo repleto y
alebrestado.
Mueve
calculadamente el mechón de su pelo delantero que cubre a medias una calvicie
prematura que se ahonda durante las confrontaciones con “la oposición” burguesa,
la “energúmena” de la izquierda “tira piedras” y la irreverente de los “roscas”
del movimiento indígena.
Su estado de
ánimo responde al espíritu revanchista de la Contrarreforma Católica que
modernizó a la Iglesia Católica, se desembarazó de esquemas que la
enclaustraron, se adaptó al imperialismo del siglo veinte y se acopló al abrupto
ascenso del devastador “nacional socialismo”
durante la Segunda Guerra Mundial; pragmatismo con el que coincide plenamente su
“plurinacional socialismo del siglo
veintiuno” que engrapa perfectamente con su visión de poder cuyos
tentáculos extiende a través del montaje del Estado policial con el cual cerca,
reprime, enjuicia y envía a prisión a sus opositores.
Capítulo
Segundo
EL
CERCO
Sonríe por
sus reflexiones en el preciso instante que aparece su Canciller, Baltazar
Pandillo, para acompañarlo a la ceremonia religiosa. “Enfrentamos un cerco
político que pretende echar abajo nuestro gobierno el cual hay que romper
manejando hábilmente la tradición mística católica que encaja con nuestras
modernas “revolución ciudadana” y “socialismo siglo XXI” que desmitifican la
fraseología violentista de la izquierda “infantil y garrotera” que alcanzó
connotación durante los años 70s y 8os”. Se explaya. “Es cierto” repica el
Canciller. “A esta izquierda extremista debemos golpearla sin tregua pues
cala en el imaginario de la juventud y los pueblos recreando ese marxismo
obsoleto que fomenta el paro y las agresivas acciones en las calles de los
encapuchados “tira piedras” que conviven con el derribamientos de árboles y
el cierre de carreteras de los “roscas” indígenas que se oponen a nuestro
proyecto”.
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“Dejemos eso
ahora” -riposta Él retomando el tema del cerco- “Hay que salir de esta
zancadilla. Tenemos que impedir que la oposición enarbole como victoria la
resolución de las “Medidas Cautelares” de la hija de puta Comisión Interamericana de Derechos Humanos que nos
obliga a levantar las sentencias penales emitidas ya contra el puerco ése, dizque editorialista y contra los propietarios del periódico “El Cosmos” responsables de la publicación del artículo que me tilda de “criminal de lesa humanidad” - “Por
suerte el carajo del “editorialista” se ha fugado a Miami
dándonos la razón”-, completa el Canciller y agrega: -“Toda una hábil labor
hecha para arrinconar a la prensa
corrupta con la cual subordinamos a los Jueces de la Corte de Justicia para
frenar los desmanes de dicho periódico que hubiesen colocado en la picota a la
prensa privada opositora fue echada abajo por la precipitación que generó ese
error mayúsculo”- Se agrieta el rostro de Él -“¡Miserables!”- y suelta indignado: -“Es verdad: La
precipitación por emitir la sentencia nos condujo a acelerar el trámite para
asegurar una precisa redacción de ésta dejando de lado al Juez de la Causa que
era quien debía redactarla”-“El error garrafal fue hacerla redactar por Su Secretario Particular, Presidente, claro,
debido a la habilidad y experiencia de aquel como abogado”- “No sé cómo se pudo
filtrar esa información clave. Cuando la obtuvieron cercaron al Juez de la
Causa y lo hicieron tambalear hasta que declaró con temblores de manos y
rasquiñas de la cabeza, que “Él como Juez de la Causa no la había
redactado”, el día que esa malhadada jueza de la oposición le preguntó
mañosamente, “Si él había redactado la sentencia”- Cayó en la trampa– continuo Pandillo - Esa declaración fue filmada
en secreto y el video fue difundido profusamente por nuestros enemigos- “¡Carajo! Los espías están por todos
lados. Hay que sacar esos videos de circulación cuanto antes. Tenemos que
perfeccionar nuestra Inteligencia y ramificaciones. Yo controlaré que se lo
haga extremadamente bien y extremadamente rápido, pues, aunque mi abogado ha
negado todo calificándolo de “falacia”, la opinión pública duda. Su rostro se
ha tornado rígido pero se recompone al instante. No es para menos. Los
recientes sucesos políticos han llevado al descrédito a Él y a su gobierno. Se
endereza con energía. Mira a su alrededor con ojo militar a ver si su equipo de
seguridad está listo como ha dispuesto con claridad el día anterior. Y lo está.
Más de veinte guardias todos de negro con modernos y sofisticados aparatos de
intercomunicación que teclean persistentemente esperan cuadrados su llegada.
Con paso militar, acompañado por el Canciller y protegido por su equipo selecto
de seguridad atraviesa los ambientes del Palacio del Barón de Carondelet que
dan a la gran puerta simbólica del poder que los modernos pesquisas abren con
rapidez y eficiencia en tanto otro grupo selecto los espera a la puerta de la
limosina negra que es abierta con inusitado y servil protocolo. Su paso
calculado trasunta la imagen del dictador moderno que deja atrás el estilo de los
retrógrados dictadores de otros países latinoamericanos a quienes recicla con
la tecnocrática modernización del país, que, sin embargo, durante
circunstancias como ésta, persiste en revivir al manipular las antiguas creencias
religiosas que fortalecen a las dictaduras caudillistas modernas mimetizadas en
el “progresismo”.
Capítulo
Tercero
SENTENCIA
PROCAZ
La
sentencia condenatoria sobre el editorialista y los propietarios del
periódico “Cosmos” responsables de publicar el artículo que lo acusa de haber
propiciado –debido a la orden de asalto al Hospital de la Policía por parte
del Ejército para “rescatarlo”- “Un crimen de lesa humanidad” está signada
por un ambiente de persecución, miedo y terror creado por el aparato de
“Inteligencia” montado por Él a través del cual se ejerce acoso con la pincha
de celulares y convencionales para escuchar llamadas y enviar amenazas a los
“acusados” de participar en el “Intento de Golpe de Estado”; aparato de
inteligencia que es parte del Estado policial urdido por Él y manejado bajo
su directo control que es acompasado por una profusa propaganda que difunde
en un tropel de imágenes la teoría del “Intento de Golpe de Estado” que ha sido desbrozada por Él y los corifeos de
su gobierno que especifica de que “hubo preparación y coordinación para la
toma de aeropuertos, medios de comunicación, calles, la Asamblea, colegios,
etcétera”.
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Esta
entelequia creada, inducida por Él, ha sido introducida en la cabeza y cuerpo
de todo el aparato político y administrativo de su gobierno: Ministros y
Ministras, subsecretarios y mandos medios, choferes y conserjes reciben la repetitiva
versión que ha elevado la presencia de Él a un sitial de “héroe”: La obsesa
imagen del predestinado. El gobierno se convierte en un cuerpo inmarcesible.
Por los pasillos de Carondelet, de los Ministerios, de todos los espacios donde
se extiende -y extienda- su influencia se riega la especie de “la heroicidad al
nivel de empeñar la vida por la Patria” -de Él- quien ha impedido “con su
valentía” un “Golpe de Estado” como los acontecidos en el pasado con Tres
Presidentes que han sido echados de la Plaza Grande aumentando el número de
fantasmas que recorren los pasillos del Palacio aullando por el poder arrebatado
debido a los alzamientos populares.
La versión
del “Intento de Golpe de Estado” copa los medios estatales y los “incautados”
por Él; la presión que se ejerce apunta a ocultar el montaje de una mentira con
sesgos de verdad: Los corifeos de su gobierno y Él mismo aseveraron que “lo
tenían secuestrado”, y sin embargo, desde el lugar del “secuestro” Él ha dado
la orden de asalto al Ejército sobre el Hospital repleto de ancianos, mujeres y
niños enfermos. Esto resalta el articulista: “Desde el cuarto del Hospital de
la Policía Él ejerció todos los poderes”. Nadie lo reemplazó como sí ocurrió
con la efectiva captura del “León” Herpes Artero en Taura; con la prisión de
Chávez en un cuartel militar donde se encontraba aislado. Casualmente Chávez hizo
llegar, con un joven de la tropa que realizaba las compras de los enseres del
Batallón donde estaba preso, una esquela para que aquél la recogiese y la
hiciera llegar al General Baduel que estaba tomado el Cuartel del Estado de
Miranda para respaldarlo mientras la reacción, que ya había echado abajo al
Congreso y designado como Presidente a Efrén Guarderas, decía que “Chávez había
renunciado”. Cuando el joven milico entregó a Baduel la nota que Chávez había
escrito y firmado: “No he renunciado” recién se informaron en qué Estado y Destacamento
Militar estaba preso. La cosa dio un viraje: Liderado por Baduel y otros Jefes
Militares, el pueblo restituyó a Chávez en el gobierno. “Hechos distintos a los
pincelados por Él como “secuestro”, prueban” –escribía el articulista- “que Él
ejercía desde allí todos los poderes y sabía del riesgo que implicaba impartir
esa orden de asalto por la noche al Hospital repleto de enfermos. “Tal orden
podría haber causado la muerte de gente inocente como la del joven militar que
participó en el “rescate”. “Por la gravedad de la responsabilidad asumida, esa
orden dada constituye un “Crimen de Lesa
Humanidad”: Articulista y propietarios del periódico “Cosmos” son ipso
facto acusados, enjuiciados penalmente y en menos de lo que canta un gallo, en
un abrir y cerrar de pestañas, antes que se pueda parpadear o sacar un sucio
del ojo, son sentenciados a prisión de más de tres años y al pago de una
indemnización de millones de dólares. Es la quiebra del periódico. La sentencia
no ha demorado lo que un tingazo con todos los aspavientos que rodean al
caudillo, quien, según la versión oficialista, “salvó su vida”, gracias al
asalto del Hospital durante “la noche ésa
en que se vieron obligados a montar el operativo y rescatarlo del secuestro”.
Se los ha sentenciado en un santiamén rompiendo el “debido proceso”: Su derecho
a la defensa.
Cual un
destello se descubre que la redacción de la sentencia para que la Corte de
Justicia la apruebe ha sido redactada por el mismísimo ¡Secretario Particular del Presidente de la República! La evidencia
muestra al Juez de la Causa, quien debía redactar la sentencia, declarando con titubeos
en un video filmado secretamente, que “él
no redactó tal sentencia condenatoria contra
los periodistas del rotativo “El Cosmos”. Al realizar el seguimiento a la
mentada sentencia contra los periodistas se descubre que ha sido hecha en la
misma computadora de Ernesto Henríquez de la Balanza, abogado particular del
Presidente de la República, que reafirma un amarre procaz donde Él hace de Juez
y parte y en el que aflora la pus del manejo autoritario de “La Ciega Justicia”
por parte de Él.
Ya no hay excusas
ni pajaritos preñados. Ante tal dictatorial y cínica manipulación de la sentencia
condenatoria que supura fraude jurídico cuya constatación circula en sendos
videos por los canales de la oposición burguesa probando el escandaloso
prevaricato, se produce la quiebra inicial de la teoría del “Intento de Golpe
de Estado” en amplios sectores de la opinión pública.
Cuando el
ambiente está, ya, cargado de inmoralidad y abuso, sorpresivamente llega al
país la Resolución de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, CIHD, que
dictamina “Medidas Cautelares” en favor de los sentenciados periodistas del
diario “Cosmos” que debe ser aplicada
sin dilación por el Estado y el gobierno. Sin embargo y a pesar del
desbaratamiento del aparato con que se ha montado la sentencia procaz y del
Dictamen de Medidas Cautelares en su favor; atemorizado por lo que se ha
constatado: La existencia de un Estado policial persecutorio donde el
linchamiento mediático del gobierno es “derecho” y “libre expresión” Esteban Polvacios
huye a Miami. Sabe que a pesar de las “Medidas Cautelares” el omnipotente
dictador no le perdonará haberlo tildado de “criminal de lesa humanidad”. No
ocurre igual con los propietarios del rotativo “El Cosmos”: El uno, tras
haberse refugiado en una embajada por prevención, y el otro con un pie para saltar
a Miami, se quedan en el país.
La evidente derrota
de Él y su gobierno sería estrepitosa si se somete sin ninguna dilación a las
“Medidas Cautelares” de la CIDHH lo que equivaldría a aceptar que el juicio y las
sentencias atrabiliarias han violado los derechos a la “libre expresión”: Hay necesidad
de buscar y encontrar un subterfugio que deje atrás la sentencia que ha quedado
colgada como clara prueba de que “La Justicia” está subordinada a Él quien ha
montado un Estado policíaco. La salida salomónica es aparentar “clemencia” que
significa reiterar que, si bien el delito de “calumnia” contra Él es justo, y
la causa que determinó la sentencia, también lo es, ante los acontecimientos
que han traído confusión entre la ciudadanía es necesario ser flexible: “Perdonar”
es el sustento político para el montaje de una opereta en la que los símbolos
religiosos de las tradiciones católicas y su Liturgia van a ser manipulados con
mefistofélica habilidad dado el peso que aquellas creencias religiosas de
raíces coloniales tienen sobre la mayoría popular adherida secularmente a la
religión católica y sus ritos.
Salida mística,
aunque cínica y procaz, que va acompañada de la litúrgica reflexión: “Si algo
es peligroso en el ejercicio del poder es que sean descubiertas las artimañas
para derribar a los opositores”. Esto le ha quitado piso a la credibilidad de
su gobierno constituyéndose en un ambivalente cerco de la oposición, sobre Él.
De allí proviene la cavilada argucia de manipular de manera similar a la de su
maestro del siglo diecinueve, el “Santo del Patíbulo”, los símbolos de la
Religión Católica: Eso explica porque Él, ese día, a las once de la mañana se
dirige a la Iglesia de “La Compañía de Jesús” ubicada en el corazón del Centro
Histórico de Quito a recibir la hostia que depositada en sus labios lo absolverá
del “mea culpa” y le abrirá los
augurios celestiales para que pueda, conforme el ritual y las celebraciones de
Cuaresma, impartir el celestial “Perdón
de Cuaresma”: Única alternativa mística religiosa para salir del quijotesco
entuerto que, por prepotente, cerril y autócrata, se ha creado Él mismo, que
aborta ese Miércoles de Ceniza.
Capítulo
Cuarto
LA
CATEDRAL
Aunque
entre el antiguo Palacio de Gobierno erigido durante La Colonia y la Iglesia
de “La Compañía” no dista más de una cuadra el recorrido de la limusina se
desenvuelve con oficioso protocolo al transportarlo a Él hasta la entrada de
la Catedral que se alza monumental raspando el cielo sostenida por
gigantescas columnas de piedra torneadas por serpientes pétreas que giran
envolviendo el frontispicio donde destacan dinteles con los corazones de
Jesús y María, pilastras y columnas que enmarcan imágenes de santos
enclaustrados en nichos también de piedra irradiando un poder cuasi celestial
que descarga su fuerza sugestiva sobre los fieles. Toda esa magnificencia
exterior de enormes bloques de piedra extraídos de las canteras de suelos aledañas
a los volcanes circundantes al antiguo Quito Colonial, colocados unos sobre
otros hasta llegar a la cúspide donde sobresale la excelsa Cruz de bronce con
los anagramas de la Orden de los Jesuitas; símbolos e imágenes “sagradas”
talladas por artífices del labrado en piedra volcánica suntuosamente pulida y
convertida en filigrana repujada con una ornamentación morisca que apuntala
el estilo barroco europeo de aquellos siglos coloniales que el peso abrumador
de los tiempos oculta fueron encumbradas sobre las espaldas de los pueblos
indígenas.
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Él, sale de
la limosina negra abrochándose los botones del terno negro. Alza la mano a la
multitud que está agolpada fuera. Lleva una camisa con símbolos ancestrales
indígenas elaborada con fino algodón europeo. Avanza con tranco jesuítico
militar pasando bajo la cornisa de la puerta principal sobre el cual destaca “La Virgen Inmaculada” guardada por
ángeles ubicada sobre el ancho arco de piedra que resguarda la gran puerta de
madera con incrustaciones de hierro que abre paso a la monumental nave símbolo
de la orden terrible y totalitaria que sobresale egregia y monumental en el
corazón del Centro Histórico de Quito.
Lo acompaña
su guardia pretoriana y un gajo de gente que lo sigue cual procesión. Al entrar
se siente sobrecogido por el esplendor de la gigantesca cúpula escarlata con
destellos áureos e incrustaciones brillantes cual piedras preciosas iluminadas
por artísticas lámparas incrustadas en el enorme y rutilante cielo interior sostenido
por robustas columnas púrpuras enrostradas por circulares arabescos: Nave
Central que se abre reluciente mostrando a los encandilados fieles su grandiosidad
monumental cargada de resplandecientes destellos auríferos que brotan del pan
de oro que la recubre toda donde descuella el grandioso Altar Mayor cubierto
por la bóveda central a lo largo y ancho de la Gran Nave y los retablos de los
Altares secundarios donde resaltan el Dios Único, la Santísima Trinidad, los oleos
y esculturas de Cristo crucificado construidas por los artistas indígenas y
mestizos quiteños que resaltan la bíblica historia de la vida, pasión, muerte y
resurrección de Jesús; religión impuesta a garrote y látigo por la Iglesia
Católica a los pueblos americanos, cultivada en medio de la violencia y la
“compasión” colonial del rezo, la confesión y el ascetismo hipócrita introducidos
en las mentes de los “fieles”, quienes, sometidos espiritualmente pululan en el
interior de la suntuosa Catedral.
Bajo el
Altar Mayor se guarda en un cofre los restos de “Santa Marianita de Jesús” y arriba enclaustradas dentro de nichos
relucientes cubiertos de pan de oro destellan las esculturas de Dios Padre,
Hijo y Espíritu Santo: A lo largo y ancho de la nave afloran las capillas de los
“profetas” construidas artísticamente por
el artista Javier Goríbar: Isaías y Joel; de San Luis y de La Virgen de Loreto traídas
por el imaginario de una religión más avanzada, sistemática y sofisticada
forjada durante la dominación feudal del medioevo e impuesta durante la
Conquista y La Colonia ante la cual el dictador moderno se inclina obsecuente
mientras da pasos medidos al transitar por el interior de la Gran Catedral
simbólica de la dominación espiritual católica hasta llegar a la primera fila
de las formidables bancas de madera fina donde esperará el inicio del rito de
la Misa que impartirá el Arzobispo de la Diócesis, Clemente de La Bastida, quien,
sin demora acaba de entrar caminando sobre el espacio sagrado que se expande
bajo el Altar Mayor: Su cuerpo está cubierto por una larga y amplia “Alba”
sujeta a su cintura por el “Cíngulo”: Un cordón sagrado que muestra su dominio
interior. Lleva puesta encima del “Alba” una “Estola” para administrar el
sacramento de la Eucaristía y la “Casulla” de color morado apropiada para la
ceremonia de Cuaresma: Sobre el Altar Mayor se esparcen los humos de un suave
incienso y vuelan las sutiles llamas que se desprenden de dos sirios propios
del rito de la Misa a celebrarse con toda la omnipotencia que implica haberla
preparado especialmente para administrar el sacramento de la Eucaristía al
Presidente bajo el supuesto de que Él ha sido confesado y perdonado por sus
pecados por la misma autoridad eclesiástica que conduce la ceremonia. El
“sagrado” vaso de oro del Cáliz en forma de Copa reluce sobre el Mesón Central
y junto a éste el Copón que conserva las “sagradas” hostias portadoras del
cuerpo de Cristo una de las cuales será depositada sacramentalmente en la
lengua de Él durante la Misa.
Odiseo Runa
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