LAS
ARTES POPULARES NEGRAS SE LIBERAN
¿De
donde surgen ritmos, música, bailes como “La Caderona” -de difusión americana,
caribeña y mundial?-: De condiciones concretas de la vida del pueblo negro
afincado en esas riveras esmeraldeñas; de condiciones de opresión y
explotación esclavistas -en forma de concertaje-, servidumbre feudal y
asalariada a que fueron sometidos los hombres y mujeres de pigmentación negro
azulada y de características antropológicas traídas de aquellas culturas
antiguas africanas: yoruba, lucumís, más antiguas que la española; culturas
acompasadas por sus dioses africanos, con mitologías y ritos que se conservan
en Brasil, Cuba, en regiones de Colombia, Perú, Panamá, propias del gran
continente africano que tienen su expresión propia en Esmeraldas y en El Chota
tras siglos de su extrañamiento.
A
la opresión y explotación en minas, barracas, trapiches a que fueron sometidos
los pueblos africanos de pigmentación negra, labios gruesos, glúteos alzados:
Culturas de añejos tiempos se sumó la agresión cultural: lengua e idiomas
distintos de los de su África: Obatala, Llemanya, Orú, Changó, etcétera; dioses
europeos ajenos a los suyos, que, para defenderlos fueron sincretizados como se
patentiza en esa conocida canción creada en Cuba: /Que viva Changó/ Que Viva Changó/…Santa Bárbara Bendita/.
Así
como el blue y el jazz provinieron de las barracas de los latifundistas
“blancos” del Sur de los Estados Unidos expresando los sentimientos, la
nostalgia, la fuerza y resistencia del pueblo negro de los Estados Unidos, su
identidad étnica y clasista; en la marimba, en los arrullos y chigualos, en los andareles, aguas cortas y aguas largas, en la jerga riquisima del pueblo negro recuperada por Antonio Preciado; en la "bomba" de Imbabura se expresa la identidad y resistencia a la cultura dominante “occidental”
del pueblo negro tras de la cual estuvo, junto a la explotación latifundista eseencialmente "blanca", la explotación del caucho y la tagua, del banano
y el petróleo en estas bellas tierras de mi madre y mis abuelos: Los Drouet.
Uno
de los antiguos, bellos y cimbreantes lugares de eclosión de la cultura de origen étnico negro
brotó de Barrio Caliente a quien el mulato Nelson y el “negro Adalberto” le
cantaron; de donde irrumpió como un torbellino la metafórica poesía del “Preciado”
Antonio, ícono de la cultura negra; el “negro Antonio”, “cafecito Rodriguez”,
Micolta, y otros connotados poetas y poetisas negros como Lady Ballesteros, José Sosa y
escritoras mestizas como Argentina Chiriboga le cantaron.
Antes,
la recreación del folklore negro y de la música y literatura “cultas” –por
alcanzar el orden de lo escrito y no permanecer en el terreno de la memoria
oral-, eran utilizados por los gobiernos municipales dominados por los caciques
latifundistas y/o burgueses como forma de “reconocerle” al negro sus
ditirambos, las virtudes de la gente “de abajo”, del sirviente, del peón, del
obrero: La marimba era lugar de recreación para la gente acomodada que disfrutaba
de los movimientos, la cadencia, el golpeteo de los pies, caderas y glúteos, de
los pectorales de “los negros” y de “las negras”.
¿Gobernar?
Para eso no estaban "los negros" -mal pincelando esa expresión racista y despectiva de la cultura burguesa- sino para el baile y el futbol con los cuales se recreaban
los de arriba.
De allí que el Festival de Música
y Danza Negra del Pacífico constituye un hito histórico que rompió con la cultura dominante feudal-burguesa. Organizado por el Municipio de Esmeraldas bajo la impulso del Alcalde: obrero técnico petrolero nacido y criado en Barrio Caliente, de auténticas raices en la negritud esmeraldeña: Ernesto Estupiñán Quintero. "Enracimado"-término poético negro de Antonio Preciado- a este Festival extraordinario se han desprendido los Festivales
en homenaje a la negritud; la creación de la Plaza Cívica donde antes estaba un
cúmulo de basura; los murales artísticos y los diversos festivales
de música, danza, décimas, contrapunto, etcétera, a los cuales se suma el trabajo de promoción de las
cualidades artísticas de los niños y niñas de origen étnico negro y mestizo en el
Conservatorio Musical bajo la dirección de personalidades enraizadas en el
apego recóndito a las culturas populares dirigidas por el músico Agustín Ramón.
Estos hechos irrefutables muestran una
visión, una concepción distinta de las artes provenientes de las raíces
ancestrales negras: Son una recuperación emancipadora en el terreno de las artes de origen popular.
Esto molestó a las
viejas castas de raiz oligarquica que se empotraron en el Municipio que ahora, abierta y
soterradamente, apoyadas por el racista Correa y el enjambre de reaccionarios
ajenos a la visión de la cultura negra y negrista desaforadamente claman contra
esta recuperación del arte y literatura populares negros que reposa bajo la
dirección de la reconocida en Esmeraldas, en el país y a lo largo de los países del Pacífico, promotora de
estos elementos del arte popular negro: Katia Ubidia Guerra.
Antonio
Guerrero Drouet
No hay comentarios:
Publicar un comentario