lunes, 13 de julio de 2015

Nazim Hikmet poeta turco






NAZIM HIKMET, POETA COMUNISTA TURCO
A LOS 52 AÑOS DE SU MUERTE



En Junio del año 1963 -El mes pasado se cumplieron 52 años; expreso mis sinceras disculpas por mí descuido-, murió, en la Unión Soviética, el gran poeta turco Nazim Hikmet, obra cuyos aspectos principales nos fueron trasmitidos con sensibilidad por esotro gran poeta, esteta marxista-leninista y dirigente de nuestro partido comunista marxista- leninista del Ecuador, el camarada Rafael Larrea, quien, en cada ocasión nos entregó versos, pincelazos, vivencias del gran poeta Hikmet para reafirmarnos en nuestras convicciones comunistas. Aún recuerdo estos versos, del poeta turco, dedicados a su amada esposa, desde la cárcel.

“Me dices en tu carta
Si te ahorcan, si te pierdo, moriré”
Vivirás mujer mía, pelirroja amada de mi corazón,
Vivirás, los muertos no preocupan más de un año
A la gente del siglo veinte”

Que continuaba, narrando la dura vida del pueblo turco en las calles, en los cines, en todas partes. Versos que se gravaron a fuego vivo en mi pecho, en mi cerebro.

Cuando, durante tres meses del año 73 fui encarcelado y sometido a prisión debido a mi actividad revolucionaria como Presidente de la FEUE de Esmeraldas por la dictadura militar petrolera de Rodríguez Lara, el recuerdo de ese poema me nutrió ideológicamente. Tras una huelga de hambre durante la Navidad, en la cárcel, fui liberado con la ayuda del partido y del poeta Rafael Larrea, allí escribí estos versos:

Capitana de mi corazón,
Dulce lugarteniente
De los ejércitos de mi amor,
Como te amo, capitana,
Como te amo.

Dedicados a mi esposa y compañera de esos años, “Cali” Pita;  quiero decir, con esto que, en todas partes, en distintos momentos, de la boca de innumerable cantidad de intelectuales democráticos, progresistas, revolucionarios, de la juventud, he escuchado y hemos mencionado, el nombre de Nazim Hikmet: Su poesía, su personalidad arrolladora traspasa las barreras del tiempo y las fronteras de los países para llegar a la clase obrera y a los pueblos, a los demócratas, a los revolucionarios, a los comunistas, trasmitiéndose de boca a oído y haciendo de ella el mejor testimonio de la fuerza e invencibilidad de las ideas y la praxis revolucionaria proletaria.

Sacar a flote este torrente que circula en ríos subterráneos, es, debe ser obra nuestra. Una mejor recuperación de su extraordinaria poesía, de su figura recia, vivaz y vigorosa de poeta comunista debemos cumplirla a cabalidad.

De alguien quien, alto como un sol, potente y claro, recoge las vivencias de la lucha de la clase obrera y del pueblo de su Estambul y de su tierra, como miembro y combatiente del partido comunista de Turquía desde las orillas del arte durante esos años duros de la represión que lo sometieron más de 13 años en sus cárceles; de quien desde muy joven, inspirado en la Revolución Socialista de Octubre, viajando a ese extraordinario país para conocer su revolución se afirmó como cultivador del arte proletario y popular y como firme dirigente político.

Tornándose conocedor de la vida y obra de artistas como Mayacowsky llevó a su tierra, Turquía, una obra poética que circula en las bocas, en la memoria de los hombres, mujeres y jóvenes de abajo. De él hemos de decir los comunistas que laboramos en el frente del arte y la literatura del partido en nuestro país que es un aporte espiritual sin parangón el ejemplo de su vida al cumplirse 52 años de su muerte. De él seguiremos hablando y sobre todo publicando facetas de su vida y de su obra revolucionaria como nuestra responsabilidad de la lucha que en ejercicio del internacionalismo proletario libramos en las tierras de la Mitad del mundo. He aquí uno de sus poemas, a su hijo, Memeth:

No vivas en la tierra como un inquilino
ni en la naturaleza al modo de un turista
Vive en este mundo cual si fuera la casa de tu padre
Cree en los granos de la tierra, en el mar,
pero ante todo en el hombre.

Ama la nube, la máquina y el libro
pero ante todo, ama al hombre
Siente la tristeza de la rama que se seca del planeta
la vida que se extingue del animal inválido
pero siente ante todo la tristeza del hombre.

Que todos los bienes terrestres te prodiguen la alegría
Que la sombra y la luz te prodiguen la alegría
Que las cuatro estaciones te prodiguen la alegría
Pero ante todo, que el hombre te prodigue la alegría.

Tú en nuestra tierra, con tu pueblo..
Construirás el comunismo
Con tus ojos lo verás
Con tus manos lo tocarás.

Memet, yo moriré tal vez
muy lejos de mi idioma
Lejos de mis canciones
muy lejos de mi sal y de mi pan
con la nostalgia de tu madre y de ti
y de mi pueblo y de mis camaradas

Pero no en el exilio
Mas no en el extranjero
En el país de mis sueños moriré
En la blanca ciudad de mis más bellos días
Memeth, mi niño, moriré..

Te confío al partido comunista de Turquía
Me voy pero estoy calmo
La vida que se va extinguiendo en mí
proseguirá por largo tiempo en ti
y en nuestro pueblo,
Eternamente.


Odiseo Runa




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